Por Agroempresario.com
El Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha aprobado un financiamiento de USD 647,5 millones para Argentina, que se generará a partir de la reasignación de recursos previamente aprobados. Este préstamo llega en un momento crítico para el país, ya que el Banco Central perdió USD 593 millones en reservas debido al pago de los Bopreales y a ventas en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). La nueva inyección de fondos del BID ayudará a mitigar parte de esta pérdida reciente.
El financiamiento, conocido como Financiamiento Especial para el Desarrollo (SDL), está destinado al "Programa de Apoyo a la Sostenibilidad Fiscal y el Crecimiento". Según el comunicado del BID, el préstamo tiene como objetivo fortalecer las finanzas públicas y la balanza de pagos, contribuyendo así a la estabilidad macroeconómica y al crecimiento.
Este préstamo es particularmente significativo dado que el Gobierno argentino está trabajando para aumentar las reservas de divisas y salir del cepo cambiario. La estrategia incluye asegurar un volumen suficiente de reservas para estabilizar el tipo de cambio frente a una mayor demanda de divisas.
Además, en los últimos días, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, han coordinado ventas de reservas para reducir la brecha entre el dólar oficial y los dólares financieros, interviniendo en el Contado con Liquidación (CCL).
El nuevo financiamiento del BID es el resultado de más de seis meses de trabajo conjunto entre el organismo y las autoridades argentinas de la Secretaría de Finanzas, bajo la dirección de Pablo Quirno. Este acuerdo también incluye la posibilidad de nuevas operaciones de crédito por USD 2.195 millones adicionales para lo que resta del año.
Desde el Ministerio de Economía, se informó que estos nuevos fondos apoyarán políticas relacionadas con la primera infancia y la alfabetización, además de mejorar la gestión fiscal. El Gobierno deberá implementar reformas para mejorar los ingresos públicos y hacer más eficiente el gasto del sector público, especialmente en lo que respecta a la focalización de subsidios en los hogares más vulnerables.