Por Agroempresario.com
Este 2 de agosto, más de 50 países se unieron a celebrar el Día Internacional de la Cerveza, una festividad que honra una de las bebidas más queridas y versátiles del mundo. La cerveza, apreciada por su sabor refrescante y su capacidad para unir a las personas en reuniones y celebraciones, tuvo su día especial para brindar por los momentos compartidos.
La idea de un día para celebrar la cerveza surgió en agosto de 2007 cuando cuatro amigos – Jesse Avshalomov, Evan Hamilton, Aaron Araki y Richard Hernández – se reunieron en un bar en California para rendir homenaje a su bebida favorita. Lo que comenzó como una simple reunión entre amigos se transformó en una festividad global. Desde su primera celebración el 5 de agosto, el Día Internacional de la Cerveza se ha establecido como el primer viernes de agosto, coincidiendo con el inicio del fin de semana, un momento ideal para disfrutar de una buena cerveza con amigos.
En Argentina, la cerveza rubia es la favorita, representando el 90% de las ventas. Su sabor suave y fresco la convierte en la elección predilecta para el consumidor argentino. La temperatura ideal para disfrutarla varía entre 2 y 10 grados Celsius, y para una degustación óptima, se recomienda servirla en un vaso con al menos dos dedos de espuma.
El consumo per cápita en Argentina ronda los 45 litros al año, con un crecimiento constante impulsado por la diversidad de nuevas variedades, incluidas las cervezas sin alcohol. Argentina no solo es un consumidor importante, sino también un productor clave, siendo el principal proveedor de cebada y malta en América del Sur. La Cervecería y Maltería Quilmes utiliza cebada de la Provincia de Buenos Aires para un cuarto de sus cervezas vendidas globalmente.
La industria cervecera en Argentina tiene un impacto económico significativo, generando 7,000 empleos directos y 130,000 empleos indirectos en toda la cadena de valor. El 80% de estos empleos se distribuyen en las provincias, mientras que el 20% restante se concentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Para los entusiastas de la cerveza artesanal, una cerveza de alta calidad debe ser clara, tener un color adecuado, ofrecer buenos aromas y presentar una espuma densa y cremosa. Estos atributos no solo mejoran la experiencia de consumo, sino que también reflejan la dedicación y el arte detrás de la elaboración de una buena cerveza.