Por Agroempresario.com
En el marco del Congreso Aapresid, que se lleva a cabo en el predio de la Rural de Palermo con el respaldo de Expoagro, la discusión sobre la demanda global de biocombustibles se posicionó como uno de los ejes centrales. Los expertos coincidieron en que Argentina, con su capacidad productiva y recursos agrícolas, tiene un rol clave en este escenario, pero también enfrenta desafíos significativos que podrían impactar profundamente en su economía.
Durante la jornada, Verónica Geese, secretaria de Energía de Santa Fe, destacó la importancia de aumentar la producción de biocombustibles en Argentina. “Nuestra provincia, que concentra el 82% de la capacidad productiva, está trabajando para agregar valor a los cultivos oleaginosos y generar más energía”, explicó Geese, subrayando la necesidad de una nueva ley que incremente la participación de estos combustibles en la matriz energética nacional.
El aumento de la demanda mundial de Sustainable Aviation Fuel (SAF) fue uno de los temas más discutidos. Se estima que en 20 años se necesitarán 300 millones de toneladas de SAF, más de cuatro veces la cantidad utilizada actualmente. Sin embargo, los expertos advirtieron que no todas las materias primas son adecuadas para este tipo de combustible, lo que podría limitar las opciones para los productores.
Además, se resaltó que la expansión de la capacidad de molienda en Estados Unidos, impulsada por la alta demanda de aceites para biocombustibles, podría tener un impacto negativo en la industria oleaginosa argentina. Según Andrés Iolster, consultor experto en mercados globales de aceites, esta situación podría llevar a una caída en los precios de la soja y la harina, afectando la rentabilidad de la cadena productiva en Argentina.
Para mitigar estos riesgos, los especialistas recomendaron una estrategia de diversificación que incluya el cultivo de oleaginosas convencionales como la canola y el girasol, así como de nuevas opciones como la carinata y la camelina, que presentan un gran potencial en el contexto actual.
El futuro de la industria de biocombustibles en Argentina depende de su capacidad para adaptarse a estos desafíos y aprovechar las oportunidades que se presentan en un mercado global cada vez más competitivo.