Por Agroempresario.com
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, negó categóricamente las versiones que indicaban la intención de su gobierno de crear una empresa estatal para la comercialización de granos. En una reciente entrevista con Radio 10, Kicillof abordó la polémica surgida en torno al puerto de Quequén, desmintiendo que haya un plan para establecer una “Junta Provincial de Granos”.
Kicillof explicó que lo único que se busca es asegurar una “preferencia” para que el gobierno, pagando por los servicios, pueda utilizar el elevador de granos en Quequén con el fin de beneficiar a los pequeños productores. Según el mandatario, estos productores son “el eslabón más débil de la cadena”, en contraste con los intermediarios y el sector comercial que “se quedan con los beneficios”.
La controversia comenzó cuando se informó que la concesión del elevador de granos de Quequén, administrado por Terminal Quequén SA, está próxima a vencer. Este elevador, que ha sido gestionado durante 30 años bajo un esquema de consorcio público-privado, es un punto estratégico para la exportación, movilizando unos siete millones de toneladas de granos y subproductos al año.
El presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, manifestó su preocupación por la falta de definiciones claras por parte del gobierno provincial. Según Martins, la ausencia de una resolución ha generado incertidumbre en torno a posibles nuevas inversiones en la terminal, que podrían alcanzar los US$25 millones. Además, la Bolsa de Cereales ha alertado sobre la proximidad de la cosecha fina y la necesidad urgente de claridad sobre el futuro de la concesión para poder ofrecer servicios de elevación adecuados.
Por su parte, la Mesa de Enlace bonaerense instó al gobernador a desistir de cualquier idea que implique una intervención estatal en la operatoria del elevador, argumentando que sería vista como una medida recaudatoria que no atendería las necesidades reales del sector productivo.
Mientras el gobierno provincial busca definir el futuro del elevador de granos en Quequén, las miradas se centran en cómo se resolverá la cuestión de la concesión y qué impacto tendrá en los pequeños productores y el sector agroexportador en general.