Líder en ventas, servicio e innovación en riego mecanizado, Valley Argentina participó una vez más en el XXXII Congreso Aapresid edición Nueva Amarok con la fuerza de Expoagro.
En el marco del evento, Valley Argentina brindó una charla sobre las ventajas del riego mecanizado para una producción sustentable, compartiendo sus más de 30 años de experiencia en el mercado del riego y presentó sus novedades tecnológicas para el mercado del riego en nuestro país.
En los últimos años la agricultura de precisión ha crecido a un ritmo vertiginoso en Argentina. En este contexto, Valley ha trabajado junto con Aapresid en la difusión y aplicación de prácticas de riego entre sus socios y productores, ofreciendo charlas y participando en congresos, con el objetivo de compartir su experiencia en riego y ayudar a tomar decisiones precisas que aumenten la rentabilidad de los cultivos bajo riego.
Durante el congreso Aapresid presentó una charla denominada: “Manejo y prácticas de riego sostenibles: Experiencias de norte a sur de la Argentina”. Los disertantes fueron Sean Cameron y Martín Pasman y el panel fue moderado por Leandro Storti, distribuidor de Irrisur.
Argentina tiene un régimen de lluvias que divide al país en zonas húmedas, subhúmedas, semiáridas y áridas. El agua sigue un ciclo en la naturaleza. “Hay que aprovechar los excesos de invierno o parte de la primavera en donde el agua se acumula en los acuíferos, sobre todo en la Pampa Húmeda, para poder usar esos excesos en la época que necesitamos”, explicó Storti de Irrisur. En este sentido afirmó: “Es una suerte que se combina gracias a tener lluvia y lugar donde almacenar”. También, señaló que “tenemos muchos ríos que en gran parte están desaprovechados como el Paraná o el río Negro. Se están utilizando en algunos de los ríos, pero muy por debajo de lo que se podría hacer, ese caudal sumado nos permitiría llegar a regar 2 millones de hectáreas”, aseguró el distribuidor.
Storti subrayó que “es importante poder tener una visión integral de esos recursos hídricos, cómo están, sobre todo los provinciales, si se están subutilizando, y en los recursos subterráneos ver cómo podemos hacer para hacer una explotación sostenible de los mismos”.
Por su parte, Sean Cameron, máster en Ingeniería Química de la Universidad de Cambridge en Inglaterra, administrador de varias empresas agropecuarias y productor del sudeste de la Provincia de Buenos Aires, explicó: “En nuestra zona el riego es un lujo, ya que tenemos unas lluvias anuales promedio que varían entre 800 y 1.200 milímetros y suelos profundos”.
Su padre compró el primer pivote en 1971, pero el crecimiento significativo ocurrió durante la década del 90, cuando comenzaron con los equipos eléctricos. Hoy en día, tienen 11 equipos en el campo. “Hay muchísimo más por hacer en un campo que tiene agua disponible”, aseguró, y comentó que en el río Columbia, con un 3% del agua, se riegan 200.000 hectáreas. En este sentido, destacó: “nosotros tenemos la gran suerte de tener el acuífero bajo nuestro suelo; no todos los campos son iguales, y no todos los suelos aguantan la misma cantidad de agua”.
La clave, según Cameron, en lo que respecta a cómo cambió su empresa, es que al regar se garantiza la producción; y si se garantiza la producción: “Sos un productor mucho más interesante frente a tu comprador porque ya no tenés producción variable”. De acuerdo con Cameron ahí está la clave para diferenciarse de un productor de commodities y hacerse un productor más confiable.
Luego, el director de Valmont Industries Argentina, Martín Pasman, ingeniero agrónomo, máster en Administración de Empresas, productor agropecuario y regante con pivote en varias provincias del país, contó su experiencia con el riego y por qué comenzó a implementarlo. “Tuve la suerte que en el año 89 entré de co-asesor en el CREA de Pergamino-Colón, donde en la Argentina casi no se había regado, por lo menos en esa zona y empieza la época de la producción de la semilla de los híbridos simples y había que regar”, relató. Comenzó regando por surcos, luego pasó a los cañones, hasta que finalmente aparecieron los pivotes.
En esa época, Pasman también asesoró a un campo en Río Cuarto que quería implementar el riego. “En Argentina no se riega”, le dijo al dueño del campo, quién insistió: “en el mundo se riega, quiero regar”. Así fue como comenzó a interiorizarse en esta tecnología.
Actualmente Pasman tiene una empresa familiar, son la quinta generación y se dedican al campo, más orientada a la ganadería que a la agricultura. Tienen un campo base en la zona de Adelia María, donde su madre le decía que esa zona era seca, aunque hoy logran grandes cosechas. “Fue difícil hacer un cambio de mentalidad en la familia”, afirmó.
En el año 2000 le toca empezar a administrar los campos de la familia, además de dedicarse a Valley Argentina. Por este motivo, decidió pasar de la ganadería a la agricultura con riego. Comenzó a instalar pivotes en distintos campos como Villa Dolores, Luján, San Luis y Carmen de Patagones, para diversos cultivos. Empezó por zonas donde daba seguridad de cosecha. “Entonces, de repente, en la misma zona, todos los drivers de lo que es una inversión en riego, que es seguridad de cosecha, aumentar rendimientos, transformar tierra y hacer cultivos de alto valor, lo lograba”, explicó Pasman.
Siguiendo con su presentación, el director de Valmont Industries Argentina señaló que al hacer un proyecto de riego, surge la pregunta: ¿Cuál es el cultivo que me va a dar rentabilidad? “nosotros logramos rentabilidad con trigo, maíz y soja”, aseguró. Y agregó que “el trigo es clave para la rotación cuando buscamos la sustentabilidad, qué es lo que nos da una mejora en el suelo”. Por último, hizo hincapié en “cuidar el recurso agua que es finito”. Y concluyó: “Nosotros veníamos de una familia ganadera, no hacíamos cultivos diferenciados y nos transformamos”. “Para agregarle valor al cultivo el riego es fundamental: Da seguridad de cosecha, aumenta la producción, se pueden transformar las zonas marginales”.
Desde que Valmont fundó la industria de riego mecanizado hace más de 75 años, la marca Valley es reconocida a nivel mundial como líder en ventas, servicio, calidad e innovación con más de 200.000 pivotes centrales, equipos lineales y córner, regando más de 12 millones de hectáreas, respaldados por más de 600 distribuidores y agentes en 121 países.
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