Por Agroempresario.com
En una fría mañana de julio de 2019, la Estancia San Martín en Lincoln comenzó a recibir los primeros potros para lo que sería el inicio de una competencia que ha marcado un hito en el calendario ecuestre argentino. La prueba, organizada por el veterinario y hombre de campo Sergio Magrini y el conocido Polito Ulloa, ha evolucionado hasta convertirse en un evento de renombre internacional en solo seis ediciones, con más de 600 caballos participantes.
La competencia se basa en la evaluación de los domadores mediante una serie de parámetros específicos que incluyen la virginidad de los potros al inicio y una serie de ejercicios previamente estipulados. La transparencia y la rigurosidad en la selección de los animales, que deben cumplir con criterios estrictos y estar inscriptos en la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo (Aaccp), han sido clave para el éxito del evento.
El atractivo premio de una camioneta 0km ha sido un incentivo para los participantes, pero la verdadera motivación radica en el orgullo de ser reconocido como un destacado en el arte de la doma. Como se señala en el artículo de La Nación, “la competencia se ha convertido en una vidriera para los domadores, ofreciendo una plataforma para demostrar su habilidad y dedicación”. Esta afirmación refleja la realidad del evento, donde el reconocimiento y la pasión por el oficio prevalecen sobre el valor material del premio.
El proceso de clasificación, que se extiende durante dos días para seleccionar a los 20 mejores domadores para la final, es una prueba rigurosa que evalúa tanto la mansedumbre como la funcionalidad de los caballos. Los expertos en doma y polo, como Adolfito Cambiaso y Facundo Pieres, forman parte del exigente jurado que garantiza la calidad y la imparcialidad de la evaluación.
Más allá de la competencia, el evento es una celebración de la argentinidad y el compromiso del hombre de campo. Con la participación de paisanos de diversas provincias, el ambiente está cargado de camaradería y tradición. La competencia también ofrece a los criadores valiosa información sobre la precocidad y características de los potrillos, contribuyendo al desarrollo de la industria del polo.
El artículo de La Nación destaca que “la competencia ha logrado rescatar y mostrar el verdadero espíritu del hombre de campo, honrando su dedicación y adaptabilidad”. Esta afirmación subraya el impacto positivo del evento en la comunidad ecuestre y en la cultura del polo argentino.
Para quienes visiten Lincoln a fin de agosto, el evento promete ser una experiencia inolvidable, donde se celebra la tradición, el talento y la pasión por el polo argentino. Como se concluye en el artículo de La Nación, “este evento no solo es una competencia, sino una verdadera fiesta de la argentinidad”.