Por Agroempresario.com
En el corazón de los majestuosos Valles Calchaquíes, El Pichao se alza como un destino escondido que promete una experiencia única de desconexión y serenidad. A solo 200 kilómetros de San Miguel del Tucumán, este encantador pueblo es el lugar perfecto para escapar del bullicio urbano y sumergirse en un entorno natural de impresionante belleza.
El Pichao ofrece un paisaje deslumbrante con cerros de colores y un entorno árido pero pintoresco, que fascina a los visitantes desde el primer momento. Las construcciones de adobe y piedra, preservadas a lo largo de generaciones, se alinean en las estrechas calles de tierra, creando una atmósfera auténtica que transporta a tiempos pasados.
Este pintoresco pueblo no solo es un lugar para relajarse, sino también un punto de partida ideal para explorar la rica herencia cultural de la región. Los visitantes pueden descubrir antiguos sitios arqueológicos y vestigios de civilizaciones prehispánicas que una vez habitaron estos valles. La comunidad local, orgullosa de sus tradiciones, ofrece talleres de artesanías tradicionales como la cerámica y el tejido, permitiendo a los turistas llevarse recuerdos auténticos de su visita.
Para los amantes de la naturaleza y la aventura, El Pichao es un verdadero paraíso. Los múltiples senderos para caminatas ofrecen vistas panorámicas espectaculares y la oportunidad de encontrarse con llamas y cabras en libertad. El clima fresco y seco durante gran parte del año es perfecto para actividades al aire libre, como caminatas y cabalgatas por valles pintorescos, así como emocionantes recorridos en 4x4.
Uno de los aspectos más destacados de El Pichao es su ambiente de paz y tranquilidad. Las noches estrelladas proporcionan el escenario ideal para meditar y disfrutar de un descanso reparador. Además, el pueblo sirve como base para excursiones a otros lugares de interés cercanos, como el Anfiteatro Natural de Tafí del Valle y las Ruinas de Condorhuasi.
La gastronomía de El Pichao ofrece delicias regionales, incluyendo empanadas tucumanas, locro, tamal y humita. Los visitantes también pueden disfrutar de dulces caseros como el dulce de cayote y el dulce de leche, en restaurantes locales o en un picnic en medio de la naturaleza.
Ubicado a 8 kilómetros de Colalao del Valle y a 202 kilómetros de San Miguel de Tucumán, El Pichao es accesible por la Ruta Nacional 40 desde San Miguel de Tucumán, seguida de un camino de tierra bien señalizado. También se puede llegar en micro desde Tafí del Valle o Colalao del Valle.
El Pichao es el destino perfecto para quienes buscan un respiro del ajetreo cotidiano, ofreciendo una experiencia de tranquilidad y belleza natural en los Valles Calchaquíes. Ideal para una escapada de fin de semana largo o vacaciones, este rincón escondido promete rejuvenecer el espíritu y conectar con la naturaleza en su forma más pura.