"La alfalfa te da revancha. En un año normal tenés seis o siete cortes por año, podes haber perdido uno o dos. Pero tenés otros, tenés caja y rotación", destaca Alfredo Abboud, CEO de Compañía Argentina de Alfalfas y Forrajes (CADAF), una empresa que instaló una enorme fábrica de henificación en San Francisco, Córdoba, hace pocos años atrás con el objetivo de agregar valor a un cultivo que tiene una gran demanda detrás.
Argentina está en el top mundial de países productores de alfalfa, con unos 3,5 de hectáreas sembradas, pero no tiene gran peso en el mercado de henificación, un rubro que según Abboud tiene un gran potencial: "Es altísimo".
Lo que sucede es que, si bien se produce mucha alfalfa, en su mayoría (más del 80%) se usa para el pastoreo de ganado y no para el corte y henificación. En CADAF, con una planta de 5700 metros cuadrados cubiertos, tienen capacidad para procesar 60 mil toneladas al año y un acopio que alcanza las 9000 toneladas. Una parte de la producción se usa para exportación y otra se destina a tambos de la zona, sobre todo grandes establecimientos que buscan una mayor eficiencia de producción.
CADAF recibe henos de 550 kg y los transforman en megafardos de hasta 900 kilos. De esta forma, el flete se vuelve más eficiente y logran exportar a países de Medio Oriente como Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Qatar y Kuwait. Otra particularidad es que la fábrica está pegada a una via del tren, lo que le permite llegar a los puertos con mayor facilidad.
Abboud destaca que, con los números de hoy, hacer alfalfa es más rentable que hacer soja. "Con los ojos cerrados", describe al analizar el planteo. Aunque aclara que depende la zona y el rinde: "Esto es una fábrica a cielo abierto, depende mucho del clima, condiciones del suelo, salinidades. Tenés muchas condiciones", explica. También suma que en la zona hay que tener equipos especiales para hacer los cortes y la henificación.
Pero se apoya en el hecho de que se realizan varios cortes de alfalfa por campaña, lo que genera ingresos en diversos momentos. ¿Y cuándo se siembra la alfalfa? La fecha ideal de siembra es hasta abril/mayo. Se puede volver a sembrar en septiembre pero no se puede cortar hasta febrero para darle buena raíz. Si se siembra en abril/mayo, los primeros cortes se realizan entre septiembre y octubre.
El otro factor al que apunta es al hecho de producir alfalfa de calidad: "A nadie se le ocurre hacer maíz, soja y trigo sin fertilizarlo. A la alfalfa no se la fertiliza, y el rinde por hectárea con fertilización foliar o radicular fertilizada es totalmente distinto y dura más el cultivo". Además, hay que seguir la "oportunidad de corte": "La alfalfa se debe cortar entre el pre botón floral y el botón floral. Muchas veces dicen se pierde volumen. Y el mercado no compra por volumen sino por peso".
Una hectárea de alfalfa bien fertilizada puede producir hasta 20 toneladas por hectárea al año. Hay casos que llegan hasta 30 toneladas y otros de 15 o 12. También tiene que ver la cantidad de semillas y, por supuesto, la cantidad de agua, la calidad del suelo y el momento del corte.
Lo que comenta Abboud es cuando, al mismo volumen, la alfalfa pesa más: "Pagamos por kilo, no por volumén. Una alfalfa puede medir 70 cm y otra 50 cm pero no necesariamente pesa más".
En el mercado hay muchas variedades y opciones de alfalfa. Incluso hay variedades RR para un mejor control de malezas.
"Hay alfalfas de distinto tipo de crecimiento y sin caída de producción en el invierno. Depende de la zona, el suelo y el régimen de lluvias", describe Abboud. Por ejemplo, las alfalfas del grupo 9 o 10 son de crecimiento muy rápido. Y si el corte que está en el piso esperando para ser juntado se junta con el rebrote, le resta calidad al fardo. En la zona de San Francisco se siembra grupo 6: "Es la que mejor rendimiento da y da tiempo para henificar".
Y la competencia no se da solo con la soja, sino también con el trigo y el maíz, en donde hay una sola cosecha al año (además de las retenciones).
En CADAF tienen casi toda la cadena detrás de la alfalfa. Por un lado hacen producción propia y por otro lado tienen productores que trabajan junto a ellos. También hay productores que están en el mercado de la alfalfa y que venden según el precio. De igual manera, en CADAF buscan "estabilizar la producción" a través de contratos a largo plazo con productores que cumplan con la calidad.
El complejo alfalfa, que tiene como principal producto a los megafardos, generó en 2023 exportaciones por US$ 47,93 millones. De 2023 a 2022 la exportación creció un 11,9% en valor y de 2022 a 2021 un 74,2%.
En Córdoba, además de CADAF, hay otras tres industrias importantes:
En Calchín, una de las plantas pioneras: Alfacal
La referente del mercado argentino, de capitales saudíes en San Vicente, oeste de Córdoba: Fondomonte
También hay una familia que produce megafardos en la zona de Jesús María
En cuanto a plantas grandes de megafardos, también hay una de Santiago del Estero y otra de capitales españoles en Bahía Blanca. También hay una en San Luis, en la zona de Candelaria.
La alfalfa se corta en el campo y se deja secar al sol. Se arman los rollos o megafardos y lo compran estas industrias en donde se dejan estabilizar entre 20 y 25 días para volver a armar un megafardo pero mucho más pesado.
"Se puede exportar porque está estabilizado, da la proteína adecuada y tiene humedad para entrar al contenedor. Y tiene un peso suficiente para que el impacto de la logística a nivel internacional sea eficiente: pensá que (en el caso de CADAF) estamos saliendo de San Franciso y llegamos a países de Medio Oriente".
Abboud destaca que Argentina es el segundo productor mundial de alfalfa en cantidad de hectáreas sembradas y que la calidad de los megafardos le compite al líder mundial, que es Estados Unidos.
Pero el potencial no solo está en el mercado externo, sino también en la mejor eficiencia de los sistemas de producción locales. Por ejemplo, en los establecimientos lecheros que tienen vacas confinadas, lo que se traduce en más litros de leche.
"No hay calidad de exportación y de mercado interno, hay alfalfas de calidad. La alfalfa, si es de calidad, se puede colocar en el mercado interno y externo y se vende todo el año", concluyó.
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