En un marco cargado de emociones y júbilo, se inauguró ayer, Mar Franco, una moderna planta frigorífica cuyas instalaciones gozan de un refinado diseño con la tecnología de punta de los más altos estándares en fabricación de frio a -35ºC que requieren los distintos productos de origen marino para la que fue diseñada.
En el viejo predio donde había existido Taboas, una distintiva empresa conservera de calidad de Mar del Plata para Argentina y el mundo, cita en las calles Cerrito y Ayolas (Cerrito al 605).
Ese predio, arrumbado ya, desde hace algunos años, destruyendo la visual de un barrio con historia productiva y pujante ligado a la pesca; hoy, y a través del clúster pesquero marplatense erige uno de los más modernos conceptos de cámaras de frío con carga robotizada de Mar del Plata, con el fin de brindar el servicio a quienes por distintas razones buscan conservar los productos de mar, para procesar, o ya procesados a la espera de su comercialización.
El corazón de la planta de congelado goza de 4 modernos equipos Mycom, de la firma Mayekawa, instalados por PM Refrigeración con cuyo titular Mario Negroni hemos dialogado, ponderando algunos criterios principales a tener en cuenta:
-Bajo consumo de energía en almacén de congelados.
-Conservación, temperatura y humedad de trabajo garantizada y controlada.
-Diseño de instalaciones de enfriamiento amigables con el medio ambiente.
-Diseño a medida a la necesidad del cliente con la mejor tecnología Mycom del mundo.
Pasado el mediodía de ayer, invitados a recorrer las impecables instalaciones de Mar Franco por su titular Gustavo Iácono; que junto a su familia abrieron generosamente las puertas a este medio, nos explicaron las bondades, el concepto y el objetivo de este proyecto iniciado hace algo mas de dos años, con la idea de mejorar el modelo comercial de su empresa pesquera y ademas, brindar el servicio a terceros con la capacidad de congelar hasta 1200tn repartidas en impecables racks/silos de 9 pallets de alto por 13 de fondo en más de 20 hileras cuyos procesos de carga serán administrados en forma robótica previa codificación de cada lugar en cada una de las celdas para almacenar de a un pallet a la vez.
Seguido al recorrido de las instalaciones, en una multitudinaria cita de la comunidad pesquera, procesadora y conservera de nuestra ciudad, los amigos de la vida de la familia Iacono, fueron agasajados con un lunch que ofició del merecido lugar de encuentro para que los presentes gozaran de un momento realmente inolvidable, quizá por los avatares del difícil transito que enfrenta la pesca marplatense principalmente como centro neurálgico del complejo merlucero argentino, y de Argentina, pro las razones que todos conocemos.
Es verdad, fue un momento inolvidable donde se agruparon distintos actores del mundo pesca marplatense, cuna de la actividad en nuestro pais desde el Coliseo de la Pesca al mundo.
Ver a Oscar Sayago, Guillermo Soldini, Luis Di Iorio, Sergio Di Napoli y al propio Alejandro Pennisi, referente del sector conservero en Mar del Plata; reunidos distendidamente compartiendo con Iacono una etapa de plena felicidad, sin dudas, fue un momento inolvidable, aunque -en rigor a la verdad- faltó el «Chiqui« Boggon, que por estos días aporta con su trabajo, en los muelles de Puerto Madryn.
Es que a la pesca, -esa cuna de origen siciliano, sorrentino, napolitano, ischiauolo y salernitano que llegaron con el dolor de la pos guerra, arraigó el sentimiento del sufrimiento también en el trabajo y el sector, por sobre la alegría.
Ayer fue distinto. Fue la primera vez que la alegría y el bien común primó sobre lo individual, que en la pesca es muy difícil de ver.
Reunidos en una carpa de importante dimensiones, Gustavo, fue invitado a dar unas palabras de bienvenida por un impecable maestro de ceremonias como lo es Andrés Cosmai, quien arrancó alguna lágrima a varios de los presentes, cuando explicó a toda la comunidad reunida, el significado de Mar Franco, acrónimo de los nombres de su Sra. madre presente, que miraba con emoción cada detalle de esta verdadera fiesta, y de su padre, Don Franco Iacono, que sin dudas emocionado desde el cielo miraba cuán lejos llegaron sus hijos; así nace Mar Franco, por María y Franco, ambos progenitores de Gustavo.
Las palabras de su titular, que además evidenciaron una profunda emoción a todos los presentes, tuvo la mayor relevancia al explicar que todo había nacido de un sueño, una idea muy interna que de a poco fue consensuada en la familia hace algunos años y plasmada en el diseño de la arquitecta Viviana Soler, del Estudio de Arquitectura Soler. Así nació lo que hoy viene a dar un servicio a la industria pesquera, procesadora y comercializadora.
En palabras de su titular, “ esto nació hace dos años atrás, en un papel, junto a Viviana, de ahí paso a un plano, y de ahí a una maqueta y hoy a esto. Fueron años de trabajo de mucha gente, haciendo la salvedad que soy una persona bastante… intensa”, ante los aplausos y sonrisas de los presentes; “este es el sueño que hoy se hizo realidad”, para explicar entre quebrado y emocionado el origen de Mar Franco, haciendo hincapié que “cada uno llego adonde pudo, y esto es también para ellos y para muchos de Ustedes que me dieron una palabra de aliento como hubo otras que me dijeron, estas re loco..!! pero a decir verdad, tengo 50 años y deseo dejarles algo a mis hijos, si no lo hago ahora ¿Cuándo lo voy a hacer?”, terminó explicando y emocionando a toda la comunidad presente.
Para seguir invitando a todos en esta fiesta, que no fue una más, entendemos por el momento que esta pasando la actividad y sobre todo por la incertidumbre que conllevan los momentos críticos donde el destino del país -a veces incierto- pesa a la hora de estas inversiones.
No es una apuesta, -eso es para el azar-, esto es trabajo, inversión, poner los ahorros de una vida de trabajo para dar continuidad y perpetuidad a lo que uno hizo, hace y deja en su tránsito por este mundo. Nada tan bienvenido como un nuevo emprendimiento, producto del sacrificio y el trabajo, para generar una sola premisa que es dejar algo para la posteridad pensado en el bien para sus descendientes y cada uno de quienes ocupen un lugar de trabajo.
El deseo de éxitos en este emprendimiento para una familia de bien y la convicción que cada inversión realizada por la actividad pesquera es un eslabón más para el desarrollo de todo el potencial que el mar y su aprovechamiento ofrecen para el desarrollo de la ciudad y su gente.
Pescare