Por Agroempresario.com
En el corazón de Córdoba, la reserva Pumakawa, fundada por Kai Pacha, se ha convertido en un bastión para la protección de pumas y otras especies salvajes. Desde su creación hace 30 años, Pumakawa ha crecido de manera significativa, acogiendo a 23 pumas y otros animales en un espacio que inicialmente solo albergaba a un puma herido. Esta expansión refleja no solo el compromiso de la reserva con la conservación, sino también la creciente necesidad de abordar el conflicto entre humanos y fauna salvaje.
En una reciente entrevista publicada en La Nación, Kai Pacha describe cómo el puma, que alguna vez habitó desde los desiertos hasta los bosques tropicales, se ha visto forzado a adaptarse a nuevas geografías debido a la intervención humana. El puma, un felino solitario y reservado, ha comenzado a aparecer en áreas urbanas y rurales, generando alarma entre los vecinos y conflictos con los productores.
La reserva enfrenta un desafío crucial: encontrar un equilibrio entre la protección de los pumas y la convivencia con los productores. Para abordar este problema, Pumakawa ha implementado diversas estrategias innovadoras, como el uso de perros Maremmano para proteger el ganado, la traslocación de vizcachas para proporcionar presas alternativas a los pumas, y la instalación de luces disuasorias que simulan actividad humana.
En palabras de Irene Villegas, coordinadora del Proyecto CACU de Pumakawa, “el primer punto del programa es el uso de perros Maremmano, genéticamente seleccionados para proteger el rebaño. Al ser improntados con la majada se sienten parte de ella” (tomado de La Nación). Esta técnica ha demostrado ser eficaz para mantener a los pumas alejados del ganado.
Otro aspecto clave del programa es la traslocación de vizcachas, explicada por Villegas: “Capturamos vizcachas de zonas donde están causando daño a los cultivos o las casas, y las traslocamos a campos donde hay depredación y falta de presas silvestres” (La Nación). Este método busca restablecer el equilibrio ecológico y reducir el impacto de los pumas sobre el ganado doméstico.
Además, Guadalupe Farías, asistente de Kai Pacha, anuncia el próximo lanzamiento de las “pumaleds”: luces diseñadas para disuadir a los depredadores mediante el parpadeo que simula actividad humana. “Estas luces se activan con sensor de movimiento y temperatura”, explica Farías (La Nación).
Mientras tanto, animales como Estanislao Monte y Talita, que llegaron a Pumakawa en circunstancias difíciles, vivirán el resto de sus vidas en cautiverio. Su presencia resalta la importancia de preservar la biodiversidad y buscar soluciones que permitan una convivencia armónica entre los humanos y la fauna salvaje.
El Día Internacional del Puma destaca la relevancia de estas iniciativas y el papel crucial de reservas como Pumakawa en la conservación de especies amenazadas.