Reducción del Impuesto PAIS: ¿el fin de la escalada inflacionaria?

Por Agroempresario.com

En un intento por frenar la inflación y aliviar la presión sobre los costos, el gobierno ha decidido reducir la alícuota del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% para la importación de bienes y servicios, una medida que fue publicada este lunes a través del decreto 777/2024 en el Boletín Oficial. Esta iniciativa, que marca un retorno a los niveles previos a la asunción de Javier Milei como presidente, se suma a una serie de acciones que buscan incentivar la disminución de precios en el mercado interno. Según informó La Nación, el gobierno espera que estas políticas no solo ayudan a bajar el nivel de precios, sino que también profundicen el sendero de desinflación. Sin embargo, la administración reconoce que "la velocidad y magnitud con la que eso se traduzca depende del sector privado."

Fuentes del Ministerio de Economía señalaron que el sector público está haciendo todo lo posible para incentivar la baja de precios. Medidas como la eliminación de las retenciones de IVA y Ganancias a los pagos con medios electrónicos, la desburocratización de reglamentos técnicos, y la reducción de aranceles de importación son parte de este paquete destinado a disminuir los costos de las empresas. Sin embargo, recalcan que “los precios los fija el sector privado y no el sector público, con lo cual es difícil hacer una proyección.”

Gabriel Caamaño, socio gerente de la consultora Ledesma, comentó a La Nación que aunque la reducción de la alícuota podría impactar en los precios de bienes con alto componente importado, este efecto podría retrasarse hasta que se complete un nuevo ciclo de importación. Además, advirtió que la baja en el costo de insumos importados no necesariamente se traducirá en una reducción del precio final al consumidor, dado que muchas empresas están operando con márgenes extremadamente ajustados.

Por su parte, Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, explicó que si bien estas medidas pueden generar una reducción temporal en los niveles de precios, esto no equivale a una baja sostenida de la inflación. "El efecto más relevante es sobre la competitividad y no tanto sobre la inflación", afirmó en declaraciones a La Nación.

En paralelo, el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado publicó un informe sobre el impacto de la flexibilización en las restricciones para la importación de bienes, tras la eliminación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) en diciembre de 2023. Según el estudio, durante los primeros meses de 2024, los precios de bienes como prendas de vestir, productos de blanquería, recreación y electrodomésticos mostraron un incremento mucho menor al promedio general de la economía, atribuyendo parte de esta baja a las políticas de desregulación.

Sin embargo, desde el sector textil, las razones de esta reducción de precios se ven de manera diferente. Luciano Galfione, presidente de ProTejer, declaró a La Nación que “la razón por la que bajaron los precios es por la falta de demanda. El invierno fue muy malo para el sector porque esencialmente nuestro rubro depende del mercado interno.” Galfione también subrayó la importancia de abordar la presión impositiva como una causa fundamental de los altos precios en la indumentaria.

El desafío para el gobierno, por lo tanto, es lograr que estas políticas se traduzcan en una percepción generalizada de que los precios pueden bajar, lo que a su vez ayudaría a consolidar el ciclo virtuoso de la desinflación. Pero, como bien apuntan los economistas, el verdadero test estará en cómo el sector privado responde a estas iniciativas y si los consumidores sienten un alivio real en sus bolsillos.