Milei enfrenta desafíos en la industria pesquera

Por Agroempresario.com

La industria pesquera, uno de los sectores más importantes de Argentina, se encuentra en el centro de la atención debido a la inminente renovación de permisos para la explotación de merluza, un negocio que generó más de 100 millones de dólares en exportaciones en los primeros seis meses del año. La administración de Javier Milei deberá enfrentar no solo la presión por mantener la estabilidad del sector, sino también las denuncias de coimas que rodean el proceso de adjudicación de nuevos cupos de pesca.

Recientemente, el sitio La Política Online destapó un escándalo que involucra a la empresa española Iberconsa, controlada por el fondo norteamericano Platinum Equity. Según la información publicada, la firma habría informado a la Embajada de Estados Unidos sobre un supuesto pedido de sobornos por parte de funcionarios del gobierno para asegurarse los derechos de pesca por los próximos 15 años. Este hecho ha puesto en suspenso la renovación de las cuotas de merluza y ha generado incertidumbre entre los actores del sector pesquero.

La comercialización de merluza, al igual que otras especies como el langostino y el calamar, es clave para la economía argentina. Sin embargo, las irregularidades en la concesión de permisos de pesca han generado un fuerte debate sobre la necesidad de una reforma en el sistema de licitaciones, tal como lo sugirió Federico Sturzenegger, ministro y asesor presidencial. En la primera versión de la Ley Bases, Sturzenegger propuso que las licencias de pesca debían ser licitadas al mejor postor cuando vencieran, pero la segunda versión de la ley no incluyó este cambio. Esto ha llevado a una situación en la que solo unas pocas empresas, como Pesantar, Estremar y Argenova, concentran los cupos de captura.

El poder de lobby de estas compañías ha demostrado ser un obstáculo para los intentos de reforma, y el caso de la denuncia contra el empresario chino Liu Zhijiang por pesca ilegal ha dejado al descubierto las tensiones internas en el sector. Zhijiang, propietario de la compañía responsable de capturar 163 toneladas de merluza negra, enfrenta acusaciones de depredación de ejemplares juveniles de una especie en peligro de extinción. Este caso ha resaltado el poder que ejercen ciertos grupos sobre la industria pesquera argentina.

El negocio pesquero, al igual que el ganadero, es una parte crucial de la economía nacional. Según datos de la Subsecretaría de Pesca, las exportaciones pesqueras en 2023 alcanzaron los 1.757 millones de dólares, mientras que las de carne vacuna sumaron 2.735 millones. La cadena de valor pesquera incluye a más de 50.000 trabajadores y una infraestructura compuesta por 500 buques, 146 establecimientos en tierra y más de 200 empresas industriales. Sin embargo, el canon que paga la industria pesquera es considerado irrisorio por expertos del sector.

Ante la falta de reformas significativas, el futuro del negocio de la merluza queda en manos de la administración de Milei, quien deberá decidir si avanza con una renovación tradicional de los permisos o si impulsa una licitación internacional para garantizar mayores ingresos por la explotación de los recursos marítimos.

El resultado de estas decisiones marcará el rumbo de una industria clave para la economía argentina y su proyección en los mercados internacionales.