Por Agroempresario.com
La reciente bajante del río Paraná está generando serias complicaciones para el sector agroexportador, con una reducción notable en la carga de los buques cerealeros que parten desde las terminales portuarias del Gran Rosario. Esta situación, descrita en una reciente nota de La Nación, subraya la magnitud del problema, que se sitúa como la tercera más grave en la historia tras los eventos de 1944 y 2021/2022.
Según Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, en una época normal los buques deberían cargar para despacho a unos 34 pies de calado. Sin embargo, en la actualidad, el calado de despacho se encuentra por debajo de ese nivel. Wade explicó que, dependiendo del tipo de buque, la pérdida de carga varía significativamente. Por ejemplo, en el Paso Paraguayo, un Handymax con capacidad de 40,000 toneladas está perdiendo hasta 5,928 toneladas, mientras que un Panamax, que puede cargar hasta 54,000 toneladas, experimenta una reducción de 7,260 toneladas. En Cortada Isla Nueva, las pérdidas son igualmente significativas, con Handymax reducidos en 3,999 toneladas y Panamax en 4,895 toneladas. Estas cifras fueron tomadas del artículo de La Nación.
El informe del Instituto Nacional del Agua (INA) destaca que el déficit hídrico persiste, especialmente en el Alto Paraná, con niveles de caudal por debajo de lo normal. Las previsiones para los próximos meses indican un escenario de lluvias normales o inferiores a lo normal en los países limítrofes y áreas de la cuenca del Río de la Plata. El informe también menciona que la afluencia a las represas de Itaipú y Yacyretá sigue siendo baja, con una leve recuperación de base pero sin cambios sustantivos esperados.
La situación actual se compara con la de 1944, cuando el calado de despacho estaba en 23 pies y los buques perdían entre 20,000 y 25,000 toneladas. En 2022, la bajante resultó en pérdidas de hasta 16,558 toneladas por buque, con calados de despacho que rondaban entre 26′ 10′' y 27′ 7′'.
En mayo de 2022, un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la bajante había causado pérdidas por alrededor de US$280 millones, debido a cargas incompletas y diferencias de precios en el Up River. La situación actual podría tener repercusiones económicas similares si el déficit hídrico continúa afectando la capacidad de carga en el corto plazo.
Este panorama subraya la necesidad urgente de soluciones a largo plazo para mitigar los efectos de la bajante y garantizar la estabilidad del comercio agroexportador en la región.