En las Jornadas Forestales organizadas en la ExpoRural 2024 por la Sociedad Rural, en conjunto con la Asociación Forestal Argentina (AFOA), la Asociación Maderera y Afines de Corrientes (AMAC) y el Consorcio Forestal Corrientes Norte, se abordaron los desafíos y oportunidades presentes y futuros de la actividad foresto-industrial, y sobre los mercados internacionales y las prácticas sostenibles.
En un contexto global que exige cada vez más compromisos con la sostenibilidad, la certificación FSC se ha consolidado a nivel global como un estándar esencial para garantizar la trazabilidad y la responsabilidad a lo largo de toda la cadena de valor de los productos forestales.
En la Unión Europea regirá desde el 1 de enero de 2025 el Reglamento Europeo Sobre Productos Libres de Desforestación (EUDR) de la ley sancionada en 2023. Esta norma limita la importación de productos que procedan de zonas recientemente deforestadas.
Abarca, en una primera etapa, a carnes, soja, madera, cacao, caucho, café y aceite de palma provenientes de regiones desmontadas. La ley también incluye a los derivados de estos productos, como chocolates o muebles. Europa no aceptará productos que procedan de tierras deforestadas ni que hayan provocado deforestación (legal o ilegal) después del 31 de diciembre de 2020. De este modo, de ahora en más, las empresas tendrán que demostrar que sus productos cumplen la legislación del país de origen.
Entonces, a partir del próximo año la EUDR requerirá que cualquier compañía que desee comercializar en la UE debe probar que la procedencia de sus productos es libre de desforestación. Y para ello deberán presentar la debida documentación que debe revisarse al menos una vez al año.
En ese contexto, el director ejecutivo de FSC Argentina, Esteban Carabelli, presentó una conferencia sobre la relevancia de la certificación FSC (Forest Stewardship Council) y la regulación necesaria para la exportación de productos forestales hacia la Unión Europea.
Durante su intervención, Carabelli subrayó que la certificación FSC no solo asegura que los productos forestales provengan de bosques gestionados de manera responsable, sino que también atiende los aspectos ambientales, sociales y económicos involucrados.
Este sello se ha vuelto crucial para las empresas que buscan ingresar o mantener su presencia en mercados tan estrictos como el de la Unión Europea.
«La trazabilidad es un pilar fundamental de la certificación FSC, ya que asegura que cada etapa, desde el bosque hasta el consumidor final, cumple con los más altos estándares de sostenibilidad», explicó Carabelli. Este enfoque integral no solo permite a las empresas adaptarse a las regulaciones internacionales, sino que también promueve una gestión forestal más transparente y responsable.
Las regulaciones europeas imponen estrictos requisitos de sostenibilidad y trazabilidad para todos los productos que ingresan en su mercado. En este escenario, la certificación FSC se convierte en una herramienta indispensable para los productores forestales que buscan exportar a la región.
Esteban Carabelli advirtió que no cumplir con estas nuevas exigencias podría limitar significativamente el acceso al mercado europeo, uno de los más importantes del mundo.
Esto resalta la necesidad de adoptar certificaciones como la FSC para mantener la competitividad y garantizar el acceso a nuevos mercados internacionales.
En la conclusión de su presentación, el director ejecutivo de FSC Argentina remarcó que la certificación FSC no es simplemente un sello distintivo, sino una herramienta clave para asegurar un futuro sostenible y un acceso preferencial a los mercados globales.
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