Caída de ventas de peras no se da solo por la pulverización del salario

El Lunes, en +P se afirmaba que las colocaciones de peras en el mercado interno, lejos de levantar en esta parte del año, siguen en una pendiente que parece no tener piso. Según el Servicio Nacional de de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), las ventas en los primeros ocho meses del año totalizaron las 74.451 toneladas, volumen que representa una caída interanual del 24% y del 17% cuando se lo relaciona con la media consolidada de los últimos cinco años (2019-2023).

Hace ya 2 meses, cerrado el primer semestre del año, se vislumbraba esta tendencia por cuanto el mercado interno absorbió en este período, tan solo el 13% de la cosecha efectiva de peras de Río Negro y Neuquén. Si además nos remontamos a las estimaciones de la cosecha regional para la temporada 2023-2024 y los stocks de peras almacenadas en cámaras frigoríficas del Hemisferio Norte, claramente los empresarios frutícolas contaban con suficiente información de producción y mercados para predecir una temporada comercial dificultosa.

En respuesta a esta incómoda realidad, resultó acertada la decisión de algunos de sostener la calidad desde el momento mismo de la cosecha mediante el uso del MCP, abreviatura popularizada en el Valle y los mercados para referirse al 1-metilciclopropeno, aditivo alimentario que actúa como inhibidor de la acción del etileno, la hormona vegetal responsable de la maduración de las peras y otras frutas. Pero esta herramienta nacida comercialmente en el Siglo XXI, es una tecnología de precisión que solo admite un manejo profesional acorde o "fine tunning" al decir de sus descubridores de la Universidad de Carolina del Norte, USA, en los últimos años del siglo pasado.

Tomando como referencia estos conceptos, se puede decir que la caída del consumo de peras en el mercado interno no se debe solo a un problema de salarios pulverizados en las familias argentinas. Si bien este es un punto central, también hay que señalar que se observa un problema de calidad sobre la oferta que se coloca en la góndola. Hoy mucha de la pera que llega a los comercios presenta ciertas características negativas para el consumidor: “ésta pera esta muy dura...”, “no madura más...”, “no se puede comer...”, y muchos otros conceptos que están íntimamente ligados al mal uso de MCP.

Como Ingeniero Agrónomo egresado en 1980 de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCo, me enseñaron allí que la única fruticultura posible era la que llegaba a destino sin pérdidas de calidad por deshidratación, enfermedades fisiológicas o podredumbres. Pero también aprendí que cuanto más tiempo y/o distancia separe el sitio de producción del consumidor final, estos riesgos son crecientes y de alto impacto en la rentabilidad de toda la cadena de abastecimiento. El destino me permitió acompañar el desarrollo técnico profesional del 1-MCP desde el año 2000, facilitando su registro en Argentina, el primero en Latinoamérica; y con estos antecedentes mantener una relación de "experto" con la firma AgroFresh, Inc. quien mantuviera la patente mundial hasta hace pocos años.

Peras con y sin tratamiento de SF. Una tecnología que permitió estar en el mercado con la fruta en mejores condiciones, para aquellas empresas que saben utilizar el producto.

Hoy, a 25 años de su desarrollo comercial, surgieron otros proveedores, por lo cual hablar de MCP sin determinar su origen es totalmente improcedente y no merece mayor consideración. En la región tenemos validados la pureza del formulado comercial y su principio activo, las dosis aplicadas a la fruta (a mayor dosis, mayor inhibición de la maduración) tanto como procedimientos estandarizados para caracterizar la madurez y el monitoreo de las condiciones de conservación, todos aspectos técnicos a indispensables para asegurar responsablemente que cada partida llegue a destino cumpliendo con las expectativas del mercado.

En síntesis, el MCP es una herramienta importante para mantener la calidad de las frutas, pero requiere de un uso responsable, profundo conocimiento técnico y planificar cronológicamente el plan comercial. Caso contrario, la oferta que llega al mercado no presentará la calidad que hoy demandan los mercados y las críticas del consumidor estarán ampliamente justificadas.

* Ingeniero Agrónomo, exdirector de la firma frutícola Kleppe SA y asesor de AgroFresh, Inc.

LMNeuquen