El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) ha emitido una normativa que introduce importantes regulaciones en la cosecha y procesamiento de la yerba mate, buscando preservar tanto la calidad del producto final como la salud de las plantas. Para establecer estas medidas, el INYM consideró diversos aspectos técnicos que impactan en el crecimiento y la producción de la yerba mate, tanto desde el punto de vista biológico de la planta como desde el proceso de elaboración.
Uno de los principales factores analizados fue el comportamiento de la planta de yerba mate en su ciclo de crecimiento. En condiciones normales de suelo, la planta experimenta una intensa brotación cuando se dan ciertos parámetros ambientales clave, como la temperatura, la humedad y la fotoluminosidad. Estos factores comienzan a darse a partir del mes de octubre y se extienden hasta el mes de abril, generando un movimiento extraordinario de savia desde las raíces hasta los puntos de brotación. Durante este periodo, las ramas y hojas nuevas presentan tejidos con alta masa líquida, que son especialmente vulnerables a las temperaturas elevadas en los secaderos.
La normativa advierte que la eliminación prematura de estas ramas tiernas puede generar un perjuicio fisiológico significativo para la planta. Al interrumpirse abruptamente el ciclo natural de generación de nuevas hojas y ramas, la planta queda expuesta a una brotación irregular en el futuro. Estos daños pueden llegar a ser irreversibles, afectando la estructura de la planta y comprometiendo futuras cosechas.
Desde una perspectiva económica, el INYM subraya que la recolección temprana de estas hojas inmaduras representa una pérdida en la producción futura, ya que las ramas jóvenes que se eliminan en esta etapa contienen gran parte del material que constituirá la cosecha del año siguiente.
Además de los efectos sobre la planta, también aborda el impacto en la calidad de la yerba mate canchada. Este producto, que incluye hojas, palos deshidratados y polvo, debe cumplir con estrictos parámetros de calidad en cuanto a color, aroma, humedad y sabor. Sin embargo, cuando las hojas se deshidratan en los secaderos con diferentes grados de maduración, pueden aparecer tejidos quemados, comúnmente conocidos como “puntos negros”. Estos defectos no solo desmejoran la apariencia del producto, sino que también afectan negativamente su sabor y aroma.
Desde el punto de vista productivo, la normativa resalta que la cosecha de hojas en etapas muy tempranas reduce el rendimiento de los secaderos. Gran parte del material recolectado se evapora como vapor debido al exceso de líquido en las hojas jóvenes, lo que disminuye notablemente la conversión de yerba mate verde a yerba mate seca. Esta reducción en el rendimiento afecta directamente a la rentabilidad de los productores y secaderos.