Por Agroempresario.com
El creciente déficit de divisas en la balanza turística se ha convertido en un desafío crucial para el Gobierno argentino. Con el vencimiento del Impuesto PAIS previsto para diciembre, las autoridades deben tomar decisiones estratégicas sobre el futuro del dólar tarjeta, cuyo costo actual es el más elevado del mercado. Este panorama genera preocupaciones sobre cómo contener la fuga de capitales que se ha intensificado en los últimos meses.
De acuerdo con un artículo de Ámbito, el equipo económico está considerando la posibilidad de aplicar un nuevo recargo para evitar que la cotización del dólar tarjeta disminuya. “No está definido”, señala una alta fuente de la conducción económica, añadiendo que “aún falta tiempo” para concretar una decisión. Las conversaciones se centran en evaluar las alternativas disponibles para enfrentar la creciente presión sobre las reservas del Banco Central (BCRA).
En el último trimestre, la fuga de divisas ha alcanzado cifras alarmantes, acumulando pérdidas de aproximadamente u$s1.500 millones. En agosto, el BCRA sufrió una salida neta de u$s571 millones por concepto de viajes y otros pagos con tarjeta, lo que ha llevado el drenaje total a u$s2.290 millones en los últimos cuatro meses, un aumento significativo respecto a los primeros meses del año.
El dólar tarjeta, utilizado para compras en el exterior y servicios de streaming, incluye actualmente un recargo del 60% sobre el dólar minorista, compuesto por el Impuesto PAIS y una retención a cuenta de Ganancias. Según el análisis de especialistas, la eliminación de este impuesto podría generar un abaratamiento del 19% en el costo del dólar tarjeta, lo que, a su vez, podría incrementar la demanda de divisas para turismo, justo en el inicio de la temporada vacacional.
Ante esta situación, una de las opciones que se analiza es la implementación de un nuevo recargo del 30%, que podría reimplantarse para mantener el recargo total en el 60%. “La idea es estudiar las alternativas disponibles”, indica un funcionario. Sin embargo, cualquier decisión estará sujeta a la evolución de la política cambiaria y las regulaciones vigentes.
Además, se observa que muchos turistas están optando por utilizar dólares adquiridos a través del mercado de capitales (MEP) para pagar sus tarjetas de crédito, evitando así que esos dólares impacten en las reservas netas del BCRA. Este cambio en el comportamiento del consumidor se debe a la significativa diferencia de precio entre el dólar tarjeta y el dólar MEP, que cerró recientemente a $1.215.
La política de atraso cambiario ha resultado en un aumento en los costos de Argentina en comparación con otros destinos turísticos, lo que ha llevado a una disminución en la llegada de turistas extranjeros y a un incremento en los viajes de argentinos al exterior. Según proyecciones del mercado, se estima que el drenaje por la balanza turística alcanzará los u$s6.100 millones en 2025, junto con u$s500 millones en otros servicios.
Dada la magnitud del desafío, analistas y operadores del sector creen que el Gobierno deberá definir pronto un mecanismo para evitar un abaratamiento del dólar tarjeta, con el fin de contener la fuga de divisas y estabilizar la economía nacional en un contexto cada vez más complejo.