Los grandes muros de piedra de las ruinas del yacimiento arqueológico de Saqsaywaman, al norte de Cuzco
Cuzco (también llamada Qosqo en quechua, la antigua lengua de los incas) fue la capital religiosa y administrativa del Imperio Inca, que floreció en el antiguo Perú entre 1400 y 1534 d.C. aproximadamente, y que posteriormente fue dominado por los colonizadores españoles.
Según la Enciclopedia de Historia Mundial, los incas controlaban el territorio comprendido entre lo que hoy es Quito (capital de Ecuador) y Santiago (capital de Chile), lo que los convertía en el mayor imperio jamás visto en América y el mayor del mundo en aquella época. Cuzco llegó a tener una población de 150 000 habitantes en su apogeo.
La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sigue siendo importante en Latinoamérica y en el mundo, y merece la pena viajar a Perú solo para conocerla. A 3400 metros de altitud, Cuzco aún conserva gran parte de su primitiva arquitectura de piedra trabajada por los incas y que ahora forma parte de los cimientos de las estructuras coloniales españolas que pueden verse en las casas, iglesias y museos.
La presencia del Imperio Inca está por todas partes en la ciudad, en los cimientos de las casas, pero también en los yacimientos arqueológicos cercanos al centro histórico, como el Coricancha (o Qorikancha), que es uno de los principales complejos arqueológicos sagrados de los incas, ya que era el Templo del Sol, llamado Inti, como explica la enciclopedia.
No quedan vestigios de la época en que este templo tenía oro y esmeraldas por todas partes, pero gran parte de la estructura de piedra bellamente tallada sigue en pie y puede visitarse. Los españoles, que ocuparon la región de Cuzco a partir de 1533, construyeron el Monasterio de Santo Domingo sobre el templo, que ahora es también un museo y acoge a los viajeros que quieren ver esta gran obra de los incas.
Cerca del centro de Cuzco, se pueden visitar otros importantes yacimientos arqueológicos para conocer de cerca el genio de esta antigua civilización.
Merece la pena visitar el complejo de templos y fortalezas de Saqsaywaman, que protegía el norte de la ciudad. Construido más o menos entre 1438 y 1471, según explica la Enciclopedia Británica (una plataforma de conocimiento y educación), cuenta con enormes muros de piedra tan bien construidos que son un testimonio de las habilidades de los arquitectos incas, en un lugar que mezcla una estructura monumental y un bello paisaje natural.
Más cerca del centro de Cuzco también se pueden visitar otros yacimientos arqueológicos como Tambomachay, un lugar donde los gobernantes realizaban rituales sagrados con agua, con varias fuentes y conocido como el “baño del Inca”; la fortaleza de Puca Pucara y también Q'enqo, que es un antiguo anfiteatro donde también se realizaban rituales, como el culto a los dioses y la momificación.
A 5200 metros de altitud, se encuentra Valle Rojo, una cordillera rojiza próxima a la Montaña de los Siete Colores y rodeada por los Andes peruanos.
De camino a la cima del Valle Rojo, podrás contemplar hermosos paisajes con lagos y, al fondo, la cordillera de los Andes con sus picos nevados.
Además de tesoros históricos, la región de Cuzco cuenta con joyas naturales de singular belleza que, por su ubicación, son perfectas para los amantes del senderismo. Tal y como cuenta la web oficial de turismo del gobierno peruano, Vinicunca (o Montaña de los 7 Colores, como se la conoce más comúnmente) se encuentra cerca de los Andes peruanos y también junto a Valle Rojo, ambos al suroeste de Cuzco.
Estos destinos pertenecen a un impresionante complejo de montañas con colores únicos gracias a su antiquísima formación geológica, con tonalidades variables gracias a rocas que contienen hierro, aluminio, caliza e incluso oro.
Los geólogos y expertos afirman que estos lugares fueron descubiertos recientemente debido al deshielo de los glaciares como consecuencia del calentamiento global, ya que antes la nieve cubría las montañas constantemente. Para llegar al Valle Rojo y a la Montaña de los 7 Colores, que se encuentran a alturas de hasta 5200 metros sobre el nivel del mar, es importante estar en buena forma física y aclimatado, ya que los senderos son agotadores debido al desnivel (que puede dificultar la respiración, provocar fatiga y dolores de cabeza).
Existen varias excursiones para conocer estos bellos parajes, con tramos que se realizan en quads (que acortan el trayecto de casi 5 horas), pero se requiere cuidado, preparación física y exposición previa a la gran altitud, por lo que es un destino más adecuado para personas con formación en trekking y montañismo, como también indica la web oficial de turismo del país.
Otro lugar de increíble belleza natural es la Laguna Humantay, que forma parte de la Cordillera de Vilcabamba y se encuentra en medio de grandes montañas con picos nevados. Se considera un “oasis” de aguas turquesas, aunque es de difícil acceso. Es un buen destino para viajeros aventureros preparados para largas caminatas en altitud.
La caminata a la Laguna es hermosa y se puede llegar en auto hasta la comunidad de Soraypampa, donde comienza el sendero, que lleva por una empinada subida de 3 kilómetros. Debido a la altitud, no es fácil hacer esta caminata y algunas personas optan por hacerla a caballo.
3. Descubrir los museos y sabores de Cuzco
En el centro de Cuzco, no puedes perderte el Mercado de San Pedro, la emblemática Plaza de Armas y el interior de la Catedral de Cuzco. Otro programa urbano de la ciudad es pasear por sus callejuelas con casas que mezclan la arquitectura inca y española.
Cuzco cuenta con museos con colecciones únicas de piezas arqueológicas y artísticas tanto del Imperio Inca como de civilizaciones que le precedieron. Así, merece la pena visitar el Museo Inka, el Museo Histórico Regional de Cuzco y el Museo de Arte Precolombino.
Además de disfrutar de toda la riqueza histórica y natural de los alrededores, esta región de Perú sigue la estela de la reputación del país por su cocina creativa y sabrosa. En el centro de Cuzco hay locales especializados en dos importantes productos: el chocolate y el pisco.
Planea visitar el Museo del Chocolate, donde se elabora artesanalmente este manjar y podrás recibir clases, degustar y comprar bombones; y el Museo del Pisco, que explica los orígenes de la bebida tradicional de Perú y ofrece la posibilidad de probar cócteles clásicos como el pisco sour.
La comida andina de Cuzco es tradicional y allí encontrarás platos típicos elaborados con variedades de papas peruanas, como la carne de alpaca, el cuy y la trucha.
National Geographic