"Confiaron y compraron la máquina por folleto, en esa época tener un fax era algo de punta. Realmente confiaron en la máquina", resume Reynaldo Postacchini, vicepresidente de Claas Argentina, sobre lo que fueron las primeras máquinas picadoras de forraje JAGUAR que llegaron a la Argentina.
Claas organizó en la planta de la marca en Sunchales, Santa Fe, un encuentro para celebrar los 50 años de la picadora JAGUAR y los 30 años de la llegada de la máquina a la Argentina.
Dietmar Ruehe, presidente de CLAAS Argentina, destacó el espíritu innovador y pionero de la marca que sigue sumando tecnología al campo. Y destacó el rol de los primeros clientes que aún hoy confían en la marca: "Vieron y entendieron la gran oportunidad que daba la picadora y el salto tecnológico que ofrecía a la producción de carne y leche".
En 1995 entró la primera JAGUAR importada a la Argentina, por Agricima-Uruguay. Y en 1996 se entregaron las primeras 13 máquinas a cooperativas y productores. Por ese entonces, Integral Insumos fue nombrado importador y distribuidor de Claas en Argentina y al año siguiente se organizó una dinámica con nada menos que 22 máquinas en Sunchales.
Al ver la gran penetración de la máquina en el mercado, en 1998 tuvo lugar la visita del Ing. Dr. Helmut Claas a la Argentina y en los 2000 comenzó oficialmente la filial de la marca alemana, la primera de Sudamérica.
El evento de Claas Argentina permitió conocer la historia de los primeros clientes de las picadoras JAGUAR en la Argentina, como Marcelo Tonolli, arquitecto y productor ganadero de Villa Allende, Córdoba, y Raúl Zampieri, ingeniero agrónomo y asesor de Tránsito, provincia de Córdoba. También de Marcos Olocco, productor y contratista en Porteña, Córdoba, que formó parte del grupo Agrupación 2000, los primeros en adquirir una JAGUAR autopropulsada en Argentina.
Otro actor clave en la llegada de la picadora JAGUAR a la Argentina fue el ingeniero agrónomo Hernán Pueyo, ex gerente de Integral Insumos. Pueyo contó cuando decidieron cambiar el pago de la comisión por la venta de picadoras, unos US$ 400.000 en ese entonces, por repuestos, algo que marcó el interés por la máquina y también contribuyó al inicio de Claas Argentina.
"Claas Argentina nace por toda esta gente", resumió Postacchini, quien estuvo desde los inicios relacionado con el desembarco de estas máquinas que cambiaron la forma de producir leche y carne en el país. "De un surco pasaron a ocho, fue un salto enorme", repasó sobre la llegada de la JAGUAR al país.
"Cuando vimos los resultados comenzamos a transmitirlos en la Argentina. Logramos convencer a los productores con datos reales. Y la tecnología cada vez evolucionó más. Fue un comienzo duro pero a paso firme. Teníamos mucha confianza en el producto. Claas te da confianza en picadoras, pero también en cosechadoras y tractores", resumió el vicepresidente de Claas Argentina.
El cambio tecnológico en el campo fue enorme. La reducción de hectáreas pastoriles permitió que haya una producción estable y permitió pasar áreas que estaban con animales a sistemas productivos como la soja. Se sumó la incorporación de silobolsas para guardar el forraje: "Todo era innovación y fue un aprendizaje".
Alberto Sánchez, productor de la zona de Arroyito, Córdoba, contratista rural en Geosilar y actual presidente de Sancor, contó que las primeras máquinas que se compraron a través de Integral Insumos eran para la cooperativa láctea: "En ese momento se producía leche en verano con pasto, entonces se cobraba precio de base que era la leche que ordeñabas en el invierno y el sobrante era un precio excedente que siempre valía menos. A partir de eso, y de los costos industriales que tenía la cooperativa, se empezó a trabajar para nivelar la producción durante todo el año. Apareció el tema de las reservas forrajeras y fue un cambio total. Cambió totalmente la tecnología y la capacidad de trabajo".
Sánchez presta servicio de picado a tambos junto a otros tres socios y, además de tener rotoenfardadoras y segadoras, cuenta con dos picadoras JAGUAR de Claas.
Los datos del INTA reflejan el salto que significó la incorporación de tecnología en el picado. En 1993/94 se picaban unas 80.000 hectáreas, y el 90% era de picado grueso. En 1995/96 la superficie ascendió a 270.000 hectáreas, el 95% ya era picado fino y más del 90% se destinaba a la producción de leche. En 1997/98, la superficie era de 350.000 hectáreas picadas y casi la totalidad, el 98% era picado fino. En la última campaña 2023/24, se picaron 2.396.329 hectáreas. El 45,9% se destinó a la producción lechera y el 53,3% a la producción de carne.
Luciano Toldo, presidente de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros, vivió los inicios del picado en la Argentina: "La gente vio que la base forrajera era importante para producir. La gran parte era picado grueso. El desembarco de estas máquinas automotrices cuando Claas llegó al país cambió la historia. Cada productor se dio cuenta que haciendo un picado fino de calidad podía mantener una producción estable todo el año. Esto hizo que se multiplique año a año la cantidad de hectáreas, incluso hasta el último año".
Toldo recuerda que en los comienzos había que comentarle a los productores cómo se podía hacer: "Decirles que tenían que pagar para guardar pasto era difícil, hasta que lo veían", relató en diálogo con Agrofy News. "El productor fue creciendo y hoy la base forrajera de excelencia está si o si. Y va a seguir en crecimiento".
"El contratista argentino es el que más pica en el mundo por máquina, por una cuestión de eficiencia y costos. Es un país difícil, no es fácil. Hay que producir mucho e invertir mucho, con costos. Tenemos que trabajar más. Tenemos una gran amplitud de trabajo por el clima y lo extenso de nuestro país", apuntó.
Durante el encuentro, Reynaldo Postacchini destacó: "El futuro que tiene nuestro país es enorme, los invito a pensar en grande como lo hizo esta gente 30 años atrás".
Claas Argentina cumple 25 años el 15 de enero de 2025: "Es un orgullo, se hizo un esfuerzo enorme para adaptarse a condiciones difíciles. Claas apostó a la tecnología y a la gente que apuesta a la tecnología. Y esa fue la meta número principal en todos los productos".
"A medida que introducimos la marca, encontramos una forma de comercializar distinta que nuestros competidores, una relación mucho más fuerte. Son todas personas que buscan el detalle de la tecnología, no compran una máquina por comprarla, sino que es gente que le gusta la tecnología y los procesos. Hoy fue muy bueno hacer esto, a la gente joven de la empresa le muestra de dónde venimos y adónde vamos. Y eso ayuda a construir una relación a largo plazo", agregó.
La JAGUAR actual es una máquina que piensa sola: "Tenemos un motor que reduce el consumo de combustible y aumenta la productividad". El vicepresidente de Claas Argentina destacó que lo que cambia al mundo es la información sobre la base de datos: "El que tiene más información va a generar otra productividad. Argentina tiene el cielo bastante alto, hay mucho para crecer. Pero depende de nosotros. Estamos en los primeros escalones de la escalera. Queremos seguir mejorando la tecnología, con motorización, productividad, estabilidad".
En la JAGUAR 990 el sistema CEMIS 1200 permite realizar cartografía de los lotes, el sistema NIR analiza la calidad del silo y los micronutrientes que aporta. A su vez, el cuidado del suelo se vuelve realidad gracias al sistema de orugas TERRA TRAC o el uso de neumáticos con regulación automática de la presión. La eficiencia de consumo de combustible se vuelve uno de los diferenciales más emblemáticos de las JAGUAR.
"Estamos cerca de las 1000 Jaguar en Argentina. Estamos por encima de las 900 máquinas nuevas vendidas en Argentina", contó y adelantó que están trabajando en la nueva generación de picadoras: "En poco tiempo van a estar listas". Cuando salió al mercado, la JAGUAR picaba 60 toneladas de forraje por hora y ahora llegó a las 400 toneladas.
"Estos 30 años en Argentina fueron muy rápidos y van a seguir siendo rápidos. Argentina no tiene techo y necesitamos darnos cuenta que somos altamente productivos. A pesar de todos los problemas que tenemos, como todo país. Es bonito ver cómo el país puede seguir produciendo y dando alimento a nivel mundial y cuidando el medio ambiente", destacó.
Claas Argentina es una hija 100% de Claas Alemania, una empresa que se prepara para cumplir 112 años de vida a nivel mundial: "Es la única empresa de las cuatro grandes mundiales que sigue como empresa familiar. Claas es una empresa que viene acá a aportar tecnología, y eso acá para mi es muy interesante", concluyó Postacchini.
Agrofy