A través de la investigación científica y las alianzas estratégicas, tanto públicas como privadas, el país está construyendo un modelo de agricultura más sustentable y eficiente.
La avena, conocida por sus propiedades nutritivas y regenerativas, ha ganado terreno no solo en el ámbito alimentario, sino también en las industrias farmacéutica y cosmética. En este contexto, un equipo de investigación del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) y el INTA, con base en la Chacra Experimental Integrada Barrow, ha desarrollado una avena libre de gluten que promete revolucionar el mercado. Esta avena, bautizada como Bonaerense INTA Yapa, es el resultado de más de 15 años de trabajo en mejoramiento genético, y no solo se destaca por su alto contenido de proteínas, lípidos y antioxidantes, sino también por su adaptabilidad para las personas con celiaquía.
En colaboración con la empresa Laboratorios Andrómaco, el INTA provee esta avena para la producción la reconocida línea cosmética Aveno. Además, a través de un acuerdo público-privado, ambas entidades han lanzado un programa de agricultura regenerativa que busca promover prácticas agrícolas que restauren la salud del suelo.
La gerente de producto de Aveno, Camila Sartori, subrayó la importancia de la sinergia entre las instituciones públicas y privadas, afirmando que «esta colaboración no solo aporta soluciones respaldadas por la ciencia, sino que también abre las puertas a un mercado más amplio». Natalia Carrasco, directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow, añadió que «la meticulosa selección genética garantiza que cada grano de avena sea completamente apto para celíacos», un atributo clave en el actual mercado de alimentos saludables y sostenibles.
Este nuevo enfoque no solo responde a la creciente demanda de productos sin gluten, sino que también alinea la producción agrícola con dinámicas más respetuosas con el medioambiente, un factor que los consumidores valoran cada vez más. Según Sartori, «más del 70 % de los consumidores con piel sensible buscan productos que utilicen ingredientes naturales y procesos responsables, lo que ha impulsado el desarrollo de esta línea regenerativa y libre de gluten».
Paralelamente, la innovación en el agro argentino no se detiene en los campos de cultivo. La Sociedad Rural Argentina (SRA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) han unido fuerzas para impulsar la investigación científica y la transferencia de tecnología en el sector agropecuario. Durante una reunión en la sede central de la SRA, el presidente de la entidad, Nicolás Pino, y el titular del CONICET, Daniel Salamone, acordaron fortalecer la cooperación científica para enfrentar los desafíos actuales del agro.
Salamone destacó la importancia de «promover el intercambio de conocimientos y desarrollar investigaciones conjuntas en áreas como la biotecnología, salud animal y sostenibilidad». Esta colaboración permitirá avanzar en la modernización de capacidades, incluyendo el análisis genómico en bovinos y equinos, la optimización de prácticas agronómicas y el fortalecimiento de la selección genética.
Este tipo de alianzas refuerzan la posición de Argentina como líder en innovación agropecuaria y biotecnología. Los esfuerzos conjuntos entre el CONICET y la SRA no solo beneficiarán al sector productivo, sino que también contribuirán al desarrollo sostenible del país, alineándose con las exigencias globales de responsabilidad ambiental y eficiencia productiva.
La agricultura regenerativa, impulsada por la avena libre de gluten y la colaboración entre el sector público y privado, promete transformar la forma en que concebimos el agro argentino. Por un lado, el desarrollo de avena apta para celíacos no solo abre nuevos mercados, sino que también promueve una producción más respetuosa con el ambiente. Por otro lado, las alianzas estratégicas entre instituciones científicas y el sector agropecuario aseguran que Argentina continúe siendo un referente en innovación y sostenibilidad en el ámbito global.
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