Por Agroempresario.com
La Trattoría Napolitana Véspoli se ha convertido en uno de los íconos gastronómicos de Mar del Plata, reconocida por la creación del sorrentino, una pasta que ya tiene marca registrada y ha ganado popularidad dentro y fuera del país. Este plato fue inventado por Enrique “Chiche” Véspoli, descendiente de napolitanos, inspirado en las recetas de su abuela, María Gracia, y hoy sigue vivo gracias a la dedicación de su familia.
En una entrevista publicada por La Nación, Patricia Véspoli y Pablo Barrenechea, actuales dueños del restaurante, revelan los secretos de este legado. “El sorrentino es nuestra identidad; es un producto que no solo mantenemos, sino que mejoramos cada día, sin traicionar nunca la calidad ni las materias primas”, explicó Barrenechea. La cocina abierta del local —un espacio sin divisiones— permite a los comensales presenciar cada paso de la elaboración de las pastas, como si asistieran a una ceremonia culinaria.
La trattoría comenzó a mediados del siglo pasado como una pensión familiar que daba de comer a estudiantes de pueblos vecinos. Con los años, se transformó en un restaurante sobre la calle 25 de Mayo y luego se estableció en su ubicación actual, en la calle 3 de Febrero, en el barrio La Perla. Desde entonces, no ha dejado de atraer turistas, artistas, e incluso delegaciones presidenciales, consolidándose como un lugar de referencia para disfrutar de la gastronomía italiana en su versión argentina.
El plato estrella del lugar, los sorrentinos, fue patentado por Chiche Véspoli, y tal como mencionaron en la entrevista de La Nación, llegaron a ser reconocidos a nivel mundial. En un relevamiento internacional de pastas, esta creación marplatense fue posicionada en el puesto 24, con la bandera argentina al lado, todo un orgullo para la familia Véspoli.
La pasta fresca sigue elaborándose en el momento. Entre los sabores más pedidos se destacan los sorrentinos "Don Torcuato", rellenos de jamón y queso, un homenaje a uno de los hermanos Véspoli. También ofrecen una variante con espinaca y ricota, que se incorporó para atender las tendencias vegetarianas. Como toda tradición bien guardada, estos sorrentinos deben cortarse con el tenedor, nunca con cuchillo, una regla que “Chiche” defendía fervientemente.
Otro símbolo del restaurante es la salsa Véspoli, creada por su fundador, que lleva crema, queso fundido y albahaca fresca. "Es importante mantener el equilibrio en cada plato, ese es el secreto del éxito", afirmó Barrenechea.
A lo largo de los años, la carta del restaurante se ha ido adaptando a las demandas del público, pero sin perder su esencia. Aunque en su momento probaron nuevas versiones con pescado para Semana Santa, hoy mantienen una oferta centrada en los clásicos. El restaurante combina tradición e innovación, asegurando que cada plato preparado tenga la calidad y frescura que sus clientes esperan.
La pandemia también trajo cambios, pero la trattoría sigue recibiendo comensales que prefieren disfrutar del ambiente cálido del local. Sin embargo, el delivery ha permitido que muchos puedan llevarse los famosos sorrentinos como souvenir, al igual que los tradicionales alfajores marplatenses.
Hoy, Patricia Véspoli y Pablo Barrenechea llevan adelante el negocio junto a su hija. “Somos muy particulares, cuidamos cada detalle porque la persona más importante es quien se sienta en cada mesa”, expresó Barrenechea en la entrevista con La Nación. Con más de 50 años de historia, la Trattoría Napolitana Véspoli continúa ofreciendo un espacio de encuentro, cargado de historia y con el mismo compromiso por la calidad que desde sus inicios.
La historia de los sorrentinos es también la historia de Mar del Plata: una combinación de tradición, innovación y hospitalidad.