El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) fiscaliza establecimientos elaboradores de alimentos para animales y realiza muestreos en los elaboradores y fraccionadores comerciales de alimentos destinados al consumo de rumiantes para promover el bienestar de los animales en la cadena productiva y colaborar con el cuidado de la salud de los consumidores.
Esta actividad cumple con el muestreo anual requerido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y permite monitorear la ausencia de proteínas animales prohibidas para rumiantes (PAP) en las líneas de elaboración de alimentos para esa categoría de animales.
La medida tiene por fin verificar la ausencia en el alimento del prión causante de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), enfermedad responsable de enormes pérdidas económicas y una conocida zoonosis.
Estas acciones —entre otras— le permiten a la Argentina ostentar el reconocimiento de la OMSA como país de riesgo insignificante de EEB, el más óptimo de todos los riesgos posibles.
En lo que va del año, el Centro Regional Entre Ríos del Senasa ha fiscalizado un 85 por ciento del total de este tipo de empresas existentes en la Provincia, en el marco de su Programa de fiscalización de establecimientos de alimentos para animales.
Estas acciones cumplen lo establecido por la Resolución 594/15 que alcanza a las firmas y los establecimientos que elaboran, fraccionan, depositan, distribuyen, comercializan, transportan, importan y exportan productos destinados a la alimentación animal quienes son los responsables de garantizar la seguridad e inocuidad de los productos destinados a la alimentación animal a lo largo de toda la cadena alimentaria.