Entre las diversas fuentes de biomasa, la leña y el carbón vegetal destacan por su bajo impacto ambiental y disponibilidad, posicionándose como opciones relevantes para la transición energética. En Argentina, un país con amplios recursos biomásicos, el género Eucalyptus podría ser clave en este proceso.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) está llevando adelante un estudio para caracterizar las propiedades dendroenergéticas de la madera y el carbón de Eucalyptus. El objetivo de este trabajo es determinar su viabilidad como fuente de energía renovable, en un esfuerzo por diversificar la matriz energética nacional, actualmente dominada por los combustibles fósiles.
El proceso de recambio de fuentes fósiles por energías renovables se está acelerando en todo el mundo. En Argentina, la matriz energética depende en gran medida de petróleo, carbón mineral y gas natural, los cuales representan el 87,5% de la oferta interna de energía. Sin embargo, el país posee una vasta disponibilidad de recursos renovables, entre los que destacan la leña y el carbón vegetal.
Natalia Raffaeli, investigadora del Laboratorio de Investigaciones en Madera (LIMAD) de la UNLP, subrayó la importancia del Eucalyptus como insumo energético: “El género Eucalyptus comprende aproximadamente 700 especies, y es uno de los pilares de la actividad forestal mundial, con más de 20 millones de hectáreas plantadas”. En Argentina, se cultivan cerca de 300.000 hectáreas de Eucalyptus, principalmente en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, regiones con alta industrialización y potencial energético.
El equipo de la UNLP tomó muestras de madera de Eucalyptus de dos lotes en la Estación Experimental Agropecuaria Concordia del INTA. Estas muestras, obtenidas de árboles de aproximadamente 7 años, fueron procesadas para realizar una serie de ensayos de aptitud dendroenergética. Entre las variables analizadas, se incluyeron el contenido de humedad relativa, la proporción de cenizas, el poder calorífico y la densidad básica de la madera y el carbón vegetal.
Los resultados arrojaron datos prometedores. El contenido de cenizas en la madera varió entre 0,06% y 0,6%, mientras que en el carbón vegetal osciló entre 0,3% y 2%. Este bajo contenido de cenizas es favorable para el uso del carbón en la producción de energía, ya que reduce el desgaste en equipos industriales y simplifica su mantenimiento. Además, el poder calorífico de la madera se situó alrededor de 4.600 kcal/kg, y el del carbón entre 6.900 y 7.300 kcal/kg, en línea con los valores esperados para esta especie.
Los resultados del estudio indican que el Eucalyptus es un recurso valioso para la producción de biocombustibles. Su amplia disponibilidad en Argentina, su rápido crecimiento y sus propiedades físico-mecánicas lo convierten en una alternativa viable a los combustibles fósiles. Además, se están explorando nuevas aplicaciones para el carbón de Eucalyptus, como su uso en la industria siderúrgica en reemplazo del carbón mineral, una innovación que ya ha mostrado resultados positivos en Brasil.
El uso de biomasa como fuente de energía en Argentina tiene un amplio rango de aplicaciones, desde grandes consumidores industriales hasta usuarios residenciales. La versatilidad del Eucalyptus para satisfacer estas demandas lo posiciona como un componente estratégico en la transición energética del país.
1El estudio realizado por los investigadores de la UNLP revela el gran potencial del Eucalyptus para contribuir a la sostenibilidad energética de Argentina. A medida que el país busca diversificar su matriz energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el Eucalyptus se perfila como una solución prometedora. Este trabajo no solo resalta las ventajas de este recurso renovable, sino que también invita a continuar explorando sus múltiples aplicaciones para un futuro más limpio y sostenible.
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