La esquila preparto es una práctica que favorece la performance productiva de las ovejas y chivas, permitiendo obtener un mejor desempeño al parto y lactancia y que está medido a través del porcentaje de corderos y chivitos logrados. También beneficia la calidad de la lana o mohair obtenidos, dado que se tratará de un producto más resistente, más limpio y con menos cantidad de vegetales, cosa que le permitirá mejorar su valor comercial.
La esquila se realiza normalmente de 20 a 30 días previos a la fecha estimada de las primeras pariciones. Teniendo en cuenta las fechas y el tiempo de servicio, en la provincia de Neuquén, la esquila preparto se realiza entre la 2ª quincena de agosto, finalizando en la primera quincena de noviembre.
En esta época de pariciones, dos o tres días antes de la fecha estimada del inicio de los partos, las hembras preñadas deben tener un cuidado diferencial, se deben encerrar por las noches y mantener cerca de las viviendas para tener un control permanente, evitando así posibles pérdidas o mortandad de los recién nacidos.
Para acompañar estos procesos, es importante la adopción de prácticas para eficientizar la producción ganadera, y disminuir los riesgos de pérdidas de animales, tanto reproductores como sus crías.
Se prioriza la suplementación y el uso adecuado de cobertizos, en momentos claves del ciclo productivo, tal como lo es ahora la parición, que no sólo permitirán atenuar las consecuencias de condiciones climáticas adversas, sino que le proveerá beneficios al mejorar los índices de parición y destete.
El empleo de cobertizos se presenta como una muy buena herramienta para que los animales no pierdan peso debido a las condiciones climáticas adversas. También para corregir factores vinculados con las dificultades del parto y la relación entre la madre y su cría, y disminuyendo la muerte perinatal.
Los mismos también contribuyen a mitigar la acción de los predadores; y facilitan las tareas de suplementación con distintos tipos de forrajes y alimentos energéticos.
LMNeuquen