Por Agroempresario.com
La Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP) publicó su Informe Preliminar de Calidad de Soja 2024, revelando un preocupante descenso en el Poder Germinativo (PG) de las semillas, lo que podría afectar directamente la rentabilidad de la próxima campaña agrícola.
Con un promedio general del 76,4% de PG y 85,7% con fungicida (PGF), el informe subrayó la necesidad de evaluar la calidad para maximizar el rendimiento y evitar pérdidas.
El productor Fernando Bazán, de Hernando (Córdoba), advirtió sobre la gravedad de la situación:
"Hace meses empezamos a notar un descenso significativo en el poder germinativo de las semillas", explicó.
Según Bazán, algunas semillas muestran solo un 50% de germinación, resultado de las condiciones climáticas adversas del año anterior, especialmente la sequía en las etapas R2 y R3 del cultivo. Esta caída refleja un escenario preocupante para los productores que dependen de semillas de uso propio, práctica habitual en Argentina, donde más del 70% de los productores reutilizan sus semillas.
Bazán destacó que el mercado no está listo para cubrir la demanda de semillas certificadas, lo que complica aún más la planificación agrícola:
“Si faltan semillas de soja, la alternativa sería sembrar maíz o sorgo, pero no hay garantías en esos cultivos tampoco”, advirtió.
También subrayó la necesidad de una ley de semillas que regule el mercado y brinde un marco para enfrentar este tipo de crisis.
El productor cordobés remarcó que la baja calidad no solo afecta la producción, sino también la rentabilidad:
"Con rindes de 30 quintales por hectárea, quedan apenas 4 quintales de margen. Las semillas certificadas cuestan entre US$40 y US$50 por bolsa, lo que hace inviable la ecuación económica actual".
Bazán comparó esta situación con la histórica “chicharrita del maíz”, sugiriendo que el impacto en la soja puede ser igual de devastador.
El informe de ALAP reveló disparidad en la calidad de semillas entre distintas localidades:
Mientras algunas localidades como Azul y Lobería exhiben excelentes índices, otras zonas críticas como Pergamino y San Genaro quedaron por debajo del promedio, lo que genera preocupación sobre la viabilidad de los cultivos en estas regiones.
Desde ALAP remarcaron la importancia de la colaboración entre laboratorios agropecuarios para enfrentar la crisis. Este trabajo conjunto permite obtener información precisa y confiable para que los productores puedan tomar decisiones informadas y mitigar los riesgos.
Con márgenes de rentabilidad ajustados y semillas de baja calidad, la próxima campaña agrícola enfrenta riesgos significativos. La falta de alternativas claras y la posible escasez de semillas certificadas generan incertidumbre entre los productores, quienes deberán buscar soluciones para garantizar la sostenibilidad de sus cultivos.
Optimizar la calidad de las semillas es esencial no solo para el rendimiento, sino también para la sostenibilidad del agro argentino, concluyó ALAP en su informe.