Por Agroempresario.com
Las exportaciones de yerba mate argentina totalizaron 4.863.858 kilogramos en septiembre de 2024, lo que marca una caída del 8,02% respecto al mes anterior, según el informe mensual del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). En lo que va del año, las ventas externas acumulan 33.173.737 kilogramos, un descenso significativo en comparación con los 39.700.553 kilogramos exportados durante el mismo período de 2023.
A pesar de esta disminución, el sector ha mantenido una producción constante. Entre enero y septiembre, se procesaron 968 millones de kilogramos de hoja verde, un aumento del 24,96% frente a los 774 millones del año pasado. Esta capacidad productiva subraya la fortaleza de las economías regionales en Misiones y Corrientes, principales provincias productoras.
El INYM señala que las fluctuaciones cambiarias y la reducción en la demanda por parte de mercados clave, como la Unión Europea y Asia, han afectado la rentabilidad de las exportaciones. Además, las nuevas normativas sanitarias y las condiciones cambiantes del comercio exterior se presentan como desafíos adicionales para mantener la competitividad del sector.
Los envíos internacionales se han visto perjudicados por cambios en la política comercial y ajustes de precios. Esta situación demanda que los exportadores busquen diversificar destinos y adaptar sus procesos para garantizar la trazabilidad de los productos y cumplir con los requisitos sanitarios.
En el mercado local, la salida de molino en septiembre fue de 23.791.595 kilogramos, acumulando 193.430.327 kilogramos en el año. Sin embargo, esta cifra refleja una baja respecto al consumo del mismo período en 2023, cuando se alcanzaron 285.300.595 kilogramos.
El formato más popular sigue siendo el de medio kilo y un kilo, concentrando el 94,36% de las ventas internas. A pesar de la leve disminución en los volúmenes, la demanda se mantiene relativamente estable, impulsada por la tradición de consumo en todo el país.
Para asegurar la operatividad y proteger la salud de los trabajadores, el sector ha implementado nuevas normas de higiene en los secaderos y centros de acopio. Entre estas medidas destacan la intensificación de los procedimientos de desinfección y la reorganización de las tareas de cosecha para evitar aglomeraciones de personal.
Estas regulaciones no solo buscan mitigar riesgos sanitarios, sino también evitar interrupciones en la cadena productiva y garantizar la estabilidad del sector.
La producción de yerba mate se concentra en el noreste argentino, especialmente en Misiones y Corrientes, que juntas representan el corazón del sector. Misiones lidera con más del 60% del total nacional, mientras que Corrientes ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años gracias a la tecnificación y expansión de su superficie cultivada.
Ambas provincias juegan un rol estratégico en el sostenimiento del mercado interno y en la generación de excedentes exportables. La capacidad de estas regiones para mantener los niveles de producción es fundamental para asegurar tanto el abastecimiento local como la competitividad en los mercados internacionales.
El informe del INYM subraya que, para superar los desafíos actuales, es crucial que el sector yerbatero continúe adaptándose a las normativas sanitarias y explore nuevas oportunidades de mercado. La diversificación de destinos comerciales y el cumplimiento de estándares internacionales serán fundamentales para fortalecer la posición de la yerba mate como un producto estratégico en el comercio exterior argentino.
En resumen, aunque las exportaciones muestran signos de desaceleración, la producción nacional se mantiene sólida. Misiones y Corrientes continúan liderando la actividad yerbatera, demostrando su relevancia para las economías regionales. La clave para el futuro será combinar estabilidad productiva con innovación comercial, garantizando la sustentabilidad de un sector esencial para el desarrollo económico argentino.