Por Agroempresario.com
En un giro inesperado, el presidente argentino Javier Milei solicitó la renuncia de su ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, tras el voto que Argentina emitió en Naciones Unidas a favor de una resolución contra el embargo económico de Estados Unidos sobre Cuba. La información, publicada en La Nación, detalla que esta acción generó fuertes reacciones en la Casa Rosada, ya que, según comentaron desde el entorno presidencial, la canciller no habría avisado sobre su decisión.
El portavoz presidencial Manuel Adorni confirmó que el reemplazo será Gerardo Werthein, embajador en Estados Unidos y figura de confianza en la esfera cercana a Milei. Esta relación cercana y la confianza en Werthein hacen que muchos en el círculo presidencial lo vean como un líder que, en la práctica, ya asumía funciones de canciller. “Votó mal”, se oía en la sede de Gobierno, donde, según una fuente citada por La Nación, no ocultaron la sorpresa que generó el cambio.
Aunque el voto de Argentina en la ONU tenía un fin estratégico para asegurar futuros apoyos en la causa Malvinas, esta acción no fue suficiente para salvar a Mondino. En respuesta, la Oficina de Comunicación de la Presidencia emitió un comunicado en el que se explicaba que la remoción se debía a “la necesidad de alinear los valores diplomáticos de la Cancillería con los de la administración”, y que una auditoría del personal de carrera buscará “identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”.
Con una agenda cada vez más intervenida por figuras afines al “triángulo de hierro” del gobierno, Diana Mondino ya enfrentaba dificultades desde hace meses para mantener su liderazgo en el Palacio San Martín. La abogada Úrsula Basset, una figura con gran influencia en la estructura de la Cancillería, ha sido clave en los recientes cambios de funcionarios, que incluyen la salida del vicecanciller Leopoldo Sohares, reemplazado por Eduardo Bustamante, y la llegada de Nahuel Sotelo como secretario de Culto.
Para quienes han seguido de cerca la relación entre Milei y Werthein, el nombramiento no resulta sorpresivo. Este último, un diplomático con acceso privilegiado al círculo presidencial, acompañó a Milei en encuentros internacionales clave, como la cumbre del G-7 en Italia. Durante su último encuentro en Buenos Aires, el 22 de octubre, Werthein mantuvo una larga conversación con el presidente, gesto que, aunque en aquel momento no hacía prever el cambio, para algunos ya proyectaba su ascenso.
Así, el panorama de la Cancillería argentina se transforma nuevamente bajo el mandato de Milei, quien busca imponer una línea diplomática acorde a sus convicciones y que, en palabras de una fuente presidencial citada en La Nación, “no tolerará titubeos ni contradicciones” en la agenda exterior del país.
Desde su llegada a Washington, Werthein asumió el reto de fortalecer los vínculos entre Argentina y el empresariado norteamericano, siendo un ferviente promotor de la inversión extranjera. Durante su gestión, se destacó su apoyo en la compra de Arcadium Lithium por parte de Rio Tinto, una operación de 6700 millones de dólares que potencia el desarrollo del litio en Argentina, un sector estratégico para el país. Además, en línea con la política de alineación total con Washington, Werthein trabajó para acercar a figuras del ámbito empresarial estadounidense, como el magnate Elon Musk.
El ahora canciller, con una amplia trayectoria como presidente del Comité Olímpico Argentino, lideró importantes eventos deportivos en el país, incluyendo los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. Con su llegada a la Cancillería, su experiencia empresarial y diplomática se convierte en un recurso clave para los planes de Milei de posicionar a Argentina en el escenario internacional, con miras a atraer inversiones y fortalecer lazos comerciales con Estados Unidos.
Werthein asume la diplomacia argentina en un momento delicado, en el que Estados Unidos se enfrenta a una nueva elección presidencial y la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. Esta situación, como indicaron fuentes cercanas al Palacio San Martín a La Nación, podría implicar ajustes en la relación bilateral entre ambos países. Sin embargo, desde el entorno presidencial sostienen que Werthein es la figura adecuada para liderar la Cancillería, alineado a la visión de un alineamiento total con Estados Unidos y preparado para gestionar el cambio diplomático que Argentina necesita.
Su trayectoria en el ámbito privado, donde lideró empresas del grupo familiar Werthein y tuvo responsabilidades en Telecom y La Caja S.A., le otorga la experiencia necesaria para navegar tanto el ámbito público como privado en sus nuevas funciones. Ahora, como canciller, Werthein promete una diplomacia eficiente y alineada con la visión de Javier Milei, quien espera consolidar su mandato internacional con una política exterior cohesionada y enfocada en el crecimiento económico.
Aunque desde hace cuatro años ya no forma parte de Grupo Werthein, su experiencia en el ámbito agroindustrial sigue siendo significativa. La familia Werthein, originaria de Besarabia —hoy Ucrania y Moldavia—, ha estado vinculada al sector agropecuario desde la fundación de la empresa Gregorio, Numo y Noel Werthein S.A. (GNNW) en 1928. Esta firma se especializa en la producción de granos y ganadería, y administra ocho complejos que abarcan 87.875 hectáreas en diferentes puntos de Argentina. Además, cuenta con programas de mejoramiento genético en razas de ganado como Angus, Hereford, Brangus y Braford, una iniciativa clave para la ganadería de alta calidad.
Entre los establecimientos ganaderos de GNNW destacan las cabañas La Paz y Los Guasunchos, localizadas en la región pampeana y el norte de Santa Fe, respectivamente. Estas cabañas han ganado reconocimientos en importantes exposiciones ganaderas, como la Exposición Rural de Palermo. Además, la empresa familiar produce una amplia variedad de granos en sus casi 88.000 hectáreas, con cultivos de maíz, sorgo, girasol y soja que abastecen a su División de Agro-Negocios, según se informa en el sitio web de la compañía.
El paso de Werthein por Estados Unidos estuvo marcado por su gestión para posicionar a Argentina como un destino atractivo para inversiones, en especial en sectores estratégicos como el litio y las energías renovables. La diplomacia argentina también buscó fortalecer vínculos con empresarios de alto nivel, como Elon Musk, y promovió proyectos como la compra de Arcadium Lithium por parte de Rio Tinto por 6700 millones de dólares, una operación importante para la industria minera en Argentina.
La llegada de Werthein a la Cancillería representa una nueva visión en la diplomacia argentina. Con una amplia experiencia en la agricultura y ganadería, se espera que su gestión impulse políticas exteriores que fortalezcan la inserción de Argentina en mercados internacionales.