María Fernanda González Sanjuan, directora ejecutiva de Fertilizar Asociación Civil, dialogó en el Programa Claves del Campo sobre los 30 años de trayectoria que cumplió la entidad, coincidiendo con fechas tan significativas como el Día Mundial de la Alimentación y el Día Mundial de los Fertilizantes. En estas tres décadas la producción de granos en Argentina se triplicó gracias, en gran medida, al uso responsable de fertilizantes. “Este crecimiento ha sido posible gracias a la colaboración entre productores, empresas y la sociedad en general, quienes reconocen la importancia del suelo como un recurso fundamental para la producción de alimentos”, detalló.
González Sanjuan relató que todo se inició debido al descubrimiento del proceso de Haber-Bosch, que permite transformar el nitrógeno atmosférico en amoníaco, lo que marcó un antes y un después en la historia de la agricultura. “Gracias a esta innovación, la producción de alimentos se multiplicó a nivel mundial, permitiendo alimentar a una población cada vez más numerosa. El nitrógeno, presente en todos los alimentos con proteínas, es un elemento esencial para la vida y su disponibilidad ha sido clave para garantizar la seguridad alimentaria”, explicó.
“La fertilización es una práctica fundamental para la agricultura, pero debe realizarse de manera responsable para preservar la calidad del suelo y el medio ambiente. Los productores agropecuarios tienen un rol clave en la toma de decisiones sobre la fertilización, y la sociedad en general debe exigir alimentos producidos de manera sostenible. Al consumir alimentos de calidad, estamos incentivando prácticas agrícolas responsables que garanticen la seguridad alimentaria para las generaciones futuras”, indicó González Sanjuan, y comentó que los nutrientes esenciales como el nitrógeno, el fósforo y el potasio son fundamentales para la producción de alimentos. “Estos elementos, obtenidos de diversas fuentes naturales, son procesados y aplicados a los cultivos para garantizar su crecimiento y desarrollo óptimo. La fertilización es una práctica clave en la agricultura moderna, ya que permite aumentar la producción de alimentos y mejorar su calidad nutricional”, precisó.
A pesar de los avances en la fertilización, existen desafíos importantes que deben abordarse. El suelo es un recurso finito y no renovable, por lo que es necesario utilizarlo de manera sostenible. Además, el uso excesivo de fertilizantes puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. Por ello, es fundamental encontrar un equilibrio entre la producción de alimentos y la preservación de los recursos naturales.
“En las últimas décadas, se han desarrollado nuevas tecnologías y productos que permiten una fertilización más eficiente y sostenible. Gracias a la investigación científica, se dispone de información detallada sobre las necesidades nutricionales de los cultivos y los momentos óptimos para aplicar los fertilizantes. Además, existen fertilizantes de liberación controlada que permiten un mejor aprovechamiento de los nutrientes por parte de las plantas”, comentó.
Asimismo, la directora ejecutiva de Fertilizar comunicó que, para lograr una agricultura más sostenible, es fundamental capacitar a los productores en las mejores prácticas de fertilización. Ellos deben conocer las características de sus suelos, las necesidades nutricionales de sus cultivos y las tecnologías disponibles para aplicar los fertilizantes de manera eficiente. “La creciente demanda de alimentos a nivel mundial plantea un gran desafío para la agricultura. Es necesario aumentar la producción de alimentos sin comprometer la calidad del suelo ni el medio ambiente. La fertilización juega un papel fundamental en este proceso, pero debe realizarse de manera responsable y sostenible”, sostuvo.
González Sanjuan manifestó que existe una creciente conciencia sobre la importancia de la salud del suelo tanto en productores como en consumidores. Sin embargo, a pesar de esta conciencia, los productores enfrentan desafíos como la falta de información y la presión económica que pueden limitar la adopción de prácticas sostenibles. Organizaciones como Aapresid, CREA y Fertilizar desempeñan un papel crucial al brindar información científica y herramientas a los productores para tomar decisiones informadas.
“Las políticas gubernamentales, como las retenciones y otros impuestos, tienen un impacto significativo en las decisiones de los productores. La incertidumbre económica y la presión fiscal pueden llevar a los productores a adoptar prácticas que no son óptimas para la salud del suelo a largo plazo”, dijo.
Por último, explicó que, para lograr una agricultura sostenible, es necesario adoptar un enfoque integral que combine la ciencia, la tecnología y las políticas públicas. Además de brindar información y capacitación a los productores, es fundamental revisar los modelos de tenencia de la tierra y las políticas agrícolas para garantizar que sean sostenibles y equitativas.
AgroNoa