Por Agroempresario.com
En un contexto de desafíos climáticos y tensiones en la cadena productiva, el sector del maíz en Argentina logró cerrar octubre con resultados que superaron ampliamente las expectativas. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) basados en cifras preliminares de la agencia marítima Nabsa, se embarcaron 2,8 millones de toneladas de maíz, lo que representa un notable aumento respecto al 2023 y se posiciona como el tercer mejor octubre registrado en términos históricos, solo superado por los niveles de 2019 y 2021.
Este volumen de exportación se reflejó en una liquidación de divisas que alcanzó los US$2553 millones, el mayor nivel para un mes de octubre en los últimos 22 años. La cifra implicó un salto del 243% en comparación con el mismo mes del año pasado y un aumento del 2,9% respecto a septiembre de 2024.
La BCR atribuyó estos resultados a un mercado FOB sólido, donde los precios del maíz argentino se negociaron con primas de hasta un 30% superiores a los de Chicago, una situación que no se observaba desde enero de 2021. A pesar de una caída del 3% en el contrato de maíz en la Bolsa de Comercio de Chicago (CBOT), los precios FOB locales se mantuvieron por encima de los US$200 por tonelada, alcanzando picos de US$211.
El impacto positivo de este repunte también se sintió en el mercado interno, con precios de compra que se mantuvieron estables en torno a los $180.000 por tonelada durante octubre. La reducción de un 6% en las cotizaciones de los dólares financieros contribuyó a mantener la brecha entre el tipo de cambio oficial y el contado con liquidación (CCL) en el 17%, la más baja desde diciembre de 2023.
El panorama, sin embargo, no está exento de retos. La intención de siembra de maíz podría registrar una caída interanual de hasta el 50% en la región núcleo, según la BCR. Además, el monitoreo de la población de la chicharrita del maíz, que en la última campaña devastó 10 millones de toneladas, se presenta como un factor crítico para la próxima temporada. Afortunadamente, el último informe de la “Red Nacional de Monitoreo Dalbulu maidis” mostró una mejora en la mayoría de las regiones monitoreadas, aunque el NOA sigue siendo una zona de preocupación.
Las lluvias de octubre, aunque tardías, trajeron alivio y permitieron un avance significativo en las siembras. No obstante, el cierre de la ventana de siembra temprana dejó sin cubrir una parte de la superficie planificada. A pesar de ello, se prevé un crecimiento del 2,3% en la superficie de maíz temprano, alcanzando 2,7 millones de hectáreas, principalmente en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Con estos datos, la agroindustria argentina se muestra resiliente, manteniendo su capacidad de respuesta y adaptación, mientras se prepara para afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades del ciclo 2024/25.