Por Agroempresario.com
La provincia de Santa Fe podría convertirse en un centro de innovación en biocombustibles para la aviación si prospera el proyecto de ley impulsado por el diputado provincial Joaquín Blanco. La iniciativa propone reactivar la Refinería San Lorenzo de YPF, que permanece inactiva desde 2018, y transformarla en una planta de producción de "biojet", un biocombustible que podría posicionar a la región en la vanguardia del desarrollo energético sostenible.
“Santa Fe es pionera y lidera la generación de biocombustibles a nivel nacional y ahora tenemos la posibilidad de abrir la industria a un nuevo mercado para promover el desarrollo local y generar empleos de calidad”, destacó Blanco, según un artículo de *La Nación*. Con este proyecto, la provincia buscaría no solo reactivar una infraestructura clave sino también liderar en la producción de Combustible de Aviación Sostenible (SAF, por sus siglas en inglés).
La refinería, fundada en 1938 y de propiedad exclusiva de YPF desde 2018 tras su última adquisición por 85 millones de dólares, cuenta con instalaciones que incluyen una destilería, una planta de despacho de combustible, una planta de asfalto y un puerto estratégico sobre la hidrovía Paraná-Paraguay. Blanco enfatizó la importancia de aprovechar este espacio para la industria local: “La elección de este lugar es estratégica para nuestra provincia”, afirmó.
El plan contempla una inversión significativa, estimada en 300 millones de dólares, y busca atraer capitales tanto nacionales como internacionales. Según Blanco, la normativa propuesta garantizaría un marco de seguridad jurídica que promueva la inversión a largo plazo. Esto es vital, ya que la planta, en su momento de mayor actividad, llegó a emplear a 12,000 personas y ha estado desocupada por seis años, lo cual ha tenido un impacto ambiental negativo en la zona.
El proyecto no solo aborda la necesidad de reactivar la economía local, sino que también responde a un desafío ambiental. El biocombustible SAF podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviación entre un 50% y un 60%. A nivel mundial, la producción de estos combustibles es todavía mínima, representando apenas el 0,1% del total de combustibles utilizados en la industria aeronáutica. Sin embargo, la demanda de SAF está en crecimiento, impulsada por nuevas regulaciones en Estados Unidos y la Unión Europea que buscan que al menos un 2% del combustible utilizado en aviación sea sostenible.
Finalmente, el diputado subrayó la oportunidad que representa la producción de Aceite Vegetal Hidrotratado (HVO), un tipo de diésel renovable derivado de aceites vegetales y residuos de origen vegetal o animal, procesado mediante un tratamiento con hidrógeno. Este desarrollo podría consolidar a Santa Fe como un referente en tecnología y producción energética sostenible.
La propuesta de Blanco marca un ambicioso paso hacia la recuperación y modernización de un emblema de la infraestructura industrial de la provincia y del país. La transformación de la refinería en una planta de biocombustibles no solo revitalizaría la economía local, sino que también posicionaría a la región como un líder en la transición energética global.