Con la llegada de los días cálidos de Noviembre, la floración del Jacaranda (Jacaranda mimosifolia) que se hizo esperar más de lo normal, por fin tuvo lugar y vistió de violeta ciudades y hogares del país. La especie se convirtió un ícono en ciudades como la Capital Federal, La Plata o Salta.
La palabra Jacaranda proviene del idioma guaraní, de la variación tupí específicamente, y su significado puede interpretarse como “de agradable fragancia”. La palabra en tupí es Jacaranda y es así como se le conoce a esta planta en algunos países de Sudamérica. Otro origen del nombre, refiere a una palabra portuguesa que significa que tiene un núcleo o rama dura, característica de la planta.
Se trata de un árbol subtropical de la familia Bignoniaceae oriundo de Sudamérica y ampliamente cultivado por sus vistosas y duraderas flores violetas.
La época de floración de éstos árboles sucede al inicio de la primavera y, algunas veces, al inicio del otoño. Las flores suelen ser de color lila, aunque hay variaciones azules, moradas y celestes. Cabe destacar que la prolongación de bajas temperaturas durante octubre retrasaron la floración de la planta éste año.
Su madera también es muy apreciada por sus tonos crema y rosados, empleándose para la fabricación de muebles, y para decoración interior de coches de lujo.
La Jacaranda es un árbol que no se desarrolla en zonas frías en las que las temperaturas se puedan desplomar hasta los 0°C. La especie prefiere un suelo arenoso con un gran drenaje, y muestran sus flores violáceas mejor cuando se plantan a pleno sol.
Una parte de la información del árbol de jacaranda que muchos viveros y catálogos no comparten es que cuando las flores caen, cubren el suelo en una capa gruesa y deben ser rastrilladas antes de que se descompongan.
Una tarde con un rastrillo hará la limpieza, pero esta es la razón por la que se plantan tantas jacarandas en la calle, ya que permite que la mayoría de las flores maduras caigan en la calle en lugar de caer en una zona de tierra y así evitar que se descompongan rápidamente.
El cuidado de un árbol de Jacaranda casi siempre incluye poda. Para darle la mejor forma para mostrar las flores, las ramas más pequeñas deben ser podadas al principio de la primavera. Recortar los chupones que crecen verticalmente y mantener un tronco principal con algunas ramas principales que salen del centro.
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