Por Agroempresario.com
En octubre de 2024, la brecha de precios de los productos agroalimentarios desde su origen en el campo hasta su llegada a las góndolas se amplió notablemente, según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El informe detalla que, en promedio, los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces en su trayecto desde el productor hasta el consumidor final, significando que el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.
La participación del productor en el precio final de venta fue del 25,4%, lo que marca un aumento del 2,8% respecto al mes anterior. Entre los sectores con mayor participación se destacó el pollo, con el productor recibiendo el 50,7% del precio de venta, mientras que en el caso de la mandarina, la menor participación fue del 10,8%, con un aumento del 26,8% en origen debido a una demanda superior y un incremento del 29,2% en destino. Según productores consultados, este aumento se debe a la escasa cantidad de fruta en la planta.
El índice IPOD mostró que las frutas y hortalizas tuvieron las mayores diferencias de precio entre origen y destino. De acuerdo con el reporte de la CAME, “los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 5,1 veces en octubre, lo que representa un incremento del 6,2% con respecto a septiembre”.
Los productos con mayores brechas incluyeron la mandarina (9,2 veces), la cebolla (7,7 veces), la manzana roja (7,4 veces), la pera (6,6 veces) y la lechuga (6,6 veces). En el caso de la cebolla, los precios disminuyeron tanto para el productor (45,8%) como para el consumidor (13,2%) debido a un incremento en la oferta que contribuyó a reabastecer el mercado.
Respecto a las frutas de pepita, tanto la manzana roja como la pera vieron una baja en sus precios en origen. La primera disminuyó un 13,8%, en parte debido a una reducción en las exportaciones que incrementó la oferta en el mercado local, mientras que la pera cayó un 7%. En góndola, sin embargo, los precios aumentaron un 3,4% para la manzana y un 1,8% para la pera.
Por el lado de los productos de origen animal, el IPOD reflejó una menor brecha, con el precio en góndola siendo 2,9 veces mayor al de origen. El pollo fue el producto con la menor brecha del mes, con una diferencia de solo 2 veces entre lo que recibió el productor y lo que pagó el consumidor. Los precios del pollo subieron un 6,3% en origen y un 2,6% en destino.
Otros productos con menores disparidades fueron los huevos (2,1 veces) y la calabaza (2,7 veces). Según la CAME, el precio del ajo también incrementó en ambos extremos debido al inicio de la cosecha, con un aumento del 93,3% en origen y un 14,4% en destino. La frutilla, por su parte, registró una brecha de 3 veces, disminuyendo sus precios en un 11,7% en origen y un 18,9% en góndola debido a un aumento de oferta.
Este comportamiento en los precios responde en gran medida a la variación de costos de insumos dolarizados, tasas municipales, transporte, logística y salarios. Además, factores climáticos como las lluvias y la normalización de temperaturas incrementaron la disponibilidad de productos frutihortícolas, lo que llevó a una baja en sus precios, aunque la demanda se mantuvo débil.
Este análisis refleja el desafío para los productores que, a pesar de los aumentos en el precio final de los productos, continúan percibiendo una fracción menor en comparación con los consumidores. La situación evidencia la necesidad de medidas que equilibren los precios a lo largo de la cadena de valor para garantizar una mayor sostenibilidad en el sector agroalimentario argentino.