Por Agroempresario.com
En un contexto de creciente necesidad de sostenibilidad en el agro, la adopción de nuevas tecnologías y prácticas agrícolas regenerativas se presentan como la respuesta para un futuro productivo más responsable. Así lo demuestra la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), que continúa liderando el camino hacia una agricultura más eficiente y amigable con el medio ambiente.
Esta reflexión surge del reciente encuentro organizado por la Regional 25 de Mayo, en el establecimiento Cruz de Guerra, propiedad de la familia Garciarena, en el partido de 25 de Mayo, Buenos Aires. Más de 200 productores participaron de esta jornada, en la que se compartieron avances de ensayos de cultivos de servicio y nuevas alternativas agrícolas. Como informó La Nación en su cobertura, el foco estuvo en cómo estos nuevos enfoques pueden generar un impacto positivo tanto en la productividad como en la conservación del medio ambiente.
La jornada destacó los ensayos con cultivos de servicio como la vicia y la rotación con cultivos como la arveja, opciones viables para la temporada invernal. Además, los Garciarena están evaluando la camelina, un cultivo con alto potencial como biocombustible, pero que todavía está en etapa de prueba debido a su novedad en el mercado.
Ignacio Garciarena, anfitrión del evento, explicó que el objetivo de la jornada era fomentar el intercambio de conocimientos entre los productores. "Queremos aprender unos de otros, sin pretender ser expertos, sino inspirarnos y compartir lo que estamos haciendo", dijo. En su campo, la clave ha sido mantener el suelo verde durante todo el año, con raíces vivas que contribuyen a la incorporación de carbono y nitrógeno.
De acuerdo con lo informado por La Nación, la arveja se perfila como una alternativa rentable en la rotación de cultivos junto al maíz. "La arveja se está utilizando como doble cultivo, lo que permite obtener un buen margen bruto", explicó Andrés Garciarena. Además, mercados internacionales como el de China e India están comenzando a demandar estos productos.
En cuanto a la camelina, aunque aún no se tiene certeza sobre su rentabilidad a largo plazo, los Garciarena han decidido incluirla en su rotación como un cultivo de prueba. "Es un cultivo que podría tener aplicaciones en biocombustibles, pero aún estamos evaluando su viabilidad económica", señaló Ignacio Garciarena.
Para Aapresid, la clave está en diversificar los modelos productivos y adaptarse a un clima cambiante. La integración de cultivos en los campos y la búsqueda de sistemas más defensivos se consideran pasos importantes para proteger la rentabilidad sin dejar de lado el cuidado del medio ambiente. Marcelo Torres, presidente de Aapresid, aseguró que "la digitalización de la producción es clave para medir y mejorar la huella de carbono, lo que permitirá agregar valor a los granos".
Este evento subraya, como señala La Nación, que la innovación y el trabajo colaborativo son esenciales para enfrentar los desafíos que impone la agricultura moderna. El intercambio de ideas entre productores se presenta como una herramienta fundamental para avanzar hacia un modelo de producción más sostenible y eficiente.
