En 1845, el ejército anglo-francés intentó imponer su poderío militar y comercial incursionando por el río Paraná con la intención de colonizar y abrir mercados para sus productos. Sin embargo, las fuerzas argentinas lograron resistir.
En un estrecho recodo del Paraná, en el distrito bonaerense de San Pedro, la tropa nacional desplegó una estrategia defensiva que incluyó el tendido de gruesas cadenas para obstaculizar el paso de las naves enemigas, apoyado por baterías de cañones ubicadas en las barrancas. Las fuerzas argentinas, si bien numéricamente inferiores y menos equipadas, se enfrentaron al invasor durante más de siete horas, logrando evitar que ocuparan las costas y garantizar el dominio del territorio.
A pesar de la superioridad armamentística de la flota anglo-francesa, ésta no pudo consolidar sus objetivos. Las tropas nacionales lograron defender el territorio.
Este episodio fue más que un combate: fue un símbolo de unidad, resistencia y defensa de la soberanía nacional. Con el tiempo, las hostilidades finalizaron con la firma de un tratado de paz que reconoció el derecho argentino sobre sus ríos interiores.
La relevancia de esta batalla fue puesta en valor en 1974, con la declaración del 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional.
La soberanía no solo implica defender el territorio, sino también mantener la independencia política, económica y cultural del país.
Hoy, la Vuelta de Obligado no solo representa la memoria de quienes dieron su vida por el país, sino que también nos recuerda la importancia de defender nuestro territorio y nuestra libertad como pueblo.
Desde el punto más al norte del país hasta la Base Marambio en la Antártida, defendemos nuestro territorio, nuestros recursos y nuestra libertad.
— Casa Rosada (@CasaRosada) November 20, 2024
Este 20 de noviembre, conmemoramos el Día de la Soberanía Nacional, concepto innegociable para todos los argentinos, y saludamos a… pic.twitter.com/j96NHGYFuV