Argentina cuenta con 91.000 hectáreas de olivares, ubicados principalmente en las provincias de Catamarca, La Rioja y San Juan. Con destacada calidad, se posiciona como uno de los nuevos actores de la olivicultura mundial fuera de la cuenca del Mediterráneo, en la producción de aceitunas de mesa y aceite de oliva. En el caso de los aceites, tanto varietales como blends.
Las variedades más productivas son Arauco, Arbequina, Manzanilla, Picual, Coratina, Frantoio y Barnea.
Tanto en Catamarca como en La Rioja, Arbequina es la principal variedad oleícola, con una superficie implantada superior al 50%. Es apreciada por su rusticidad, adaptabilidad, precocidad y alta productividad, que produce un aceite suave, frutado, amargo y picante.
En Catamarca, alrededor del 80% de la producción olivarera se destina a la elaboración de aceite, mientras que la producción riojana está dirigida a la realización de conservas.