El consumo de carne vacuna en Argentina cayó a 47,2 kilos por habitante al año, el nivel más bajo en 28 años, y un 11,2% inferior al mismo período de 2023, según un informe de CICCRA. La sustitución por pollo y cerdo, más económicas, fue clave en este descenso. Con el precio promedio de la carne vacuna rezagado frente a la inflación, su recuperación no parece cercana, dado que los ingresos de los consumidores siguen deprimidos.
Si bien cae el consumo de carne vacuna y aumenta el de las otras carnes y Argentina sigue estando en el segundo lugar como consumidor de proteína animal en el mundo con 114 kilos, por detrás de Estados Unidos con 224 kilos. En contraste, las exportaciones de carne vacuna crecieron un 12,1% interanual en volumen durante los primeros nueve meses de 2024, alcanzando 471,9 mil toneladas peso producto y logrando ingresos por US$ 2075,3 millones, un 3,6% más que en 2023. La baja en el precio promedio, especialmente en las ventas a China (-13,6%), fue compensada por el aumento en el volumen exportado. Los cortes congelados representaron el 67,9% de los ingresos, los enfriados el 31,7% y las carnes procesadas el 0,4%.
AgroNoa