Por Agroempresario.com
La Cámara de Diputados de Brasil aprobó el proyecto de ley que regula el mercado de carbono, marcando un hito en el compromiso del país con la sostenibilidad y el cambio climático. Este avance busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, frenar la deforestación y crear un mercado de compra y venta de créditos de carbono entre empresas, sentando las bases para una economía más verde.
El proyecto, impulsado durante la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29) en Bakú, establece que las empresas que reduzcan sus emisiones podrán vender créditos de carbono a aquellas que excedan los límites permitidos. Asimismo, gobiernos estatales y federales podrán vender créditos generados en áreas verdes, financiando proyectos ambientales en tierras públicas.
El diputado Aliel Machado, uno de los promotores clave de la ley, destacó que esta iniciativa une las agendas económica y ambiental del país. “Es un hito crucial para Brasil, que fomenta la reducción de emisiones y genera oportunidades para financiar proyectos ambientales”, afirmó.
La ley también incluye disposiciones específicas para las comunidades indígenas, que podrán recibir hasta un 50% de los créditos generados en proyectos de eliminación de gases y un 70% en iniciativas de preservación. Por otro lado, el sector agrícola, excluido de las regulaciones estrictas, se beneficiará con activos ambientales que podrán convertirse en créditos de carbono comerciables.
Pedro Lupión, presidente del Frente Parlamentario Agropecuario (FPA), celebró la aprobación del proyecto y destacó que “el mercado de carbono será un aliado de la propiedad rural, permitiendo a los productores generar ingresos adicionales al comercializar créditos”.
El mercado de carbono es una pieza clave del Plan de Transformación Ecológica del Ministerio de Hacienda, consolidando una alianza entre el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el Frente Parlamentario Agropecuario. Esta colaboración permite avanzar hacia una política ambiental sin afectar gravemente a los sectores productivos.
La normativa también asegura la protección de derechos para propietarios de tierras con áreas de conservación, quienes podrán beneficiarse de los créditos sin comprometer su libertad para salir de los proyectos o participar en mercados voluntarios.
Con 336 votos a favor y solo 38 en contra, Brasil establece un marco legal que promete ser una herramienta decisiva en la transición hacia un modelo económico más sostenible y competitivo.