Por Agroempresario.com
China, el mayor importador mundial de alimentos y commodities agrícolas, proyecta incrementar sus importaciones de carne vacuna un 16% en los próximos diez años. Según datos del Sistema de Monitoreo Agrícola y Alerta Temprana (CAMES) del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales chino, el consumo de carne bovina en 2024 alcanzará las 10,2 millones de toneladas, con importaciones estimadas en 2,7 millones de toneladas. Este crecimiento plantea una ventana estratégica para países exportadores como Argentina.
En 2023, Argentina exportó más de 4.400 millones de dólares en productos de la cadena agroalimentaria a China, representando más del 85% de las exportaciones argentinas hacia ese destino. Entre estos productos, la carne vacuna ocupa un lugar preponderante, convirtiendo al gigante asiático en el segundo mayor mercado para Argentina, detrás de Brasil.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el consumo de carne total en China se estima en 101 millones de toneladas en 2024, con un fuerte predominio de la carne porcina (59%), seguida por la aviar (27%) y la bovina (8%). Sin embargo, las importaciones de carne vacuna muestran un crecimiento sostenido, lo que evidencia una oportunidad para expandir la participación argentina en este mercado.
Para la próxima década, se espera que las importaciones de carne vacuna de China sean un 16% mayores, alcanzando volúmenes históricos. Sin embargo, las estimaciones de organismos internacionales como la OCDE-FAO y el USDA son aún más optimistas, proyectando un aumento de entre 44% y 48% para 2033 en comparación con los niveles actuales.
Argentina enfrenta una competencia directa en este mercado con países como Brasil y Estados Unidos. Estos jugadores cuentan con infraestructuras más robustas y mayores niveles de producción, lo que les permite consolidar su liderazgo. Sin embargo, la reputación de calidad de la carne argentina y el fortalecimiento de las relaciones comerciales con China podrían ser ventajas clave para mantener y ampliar su cuota de mercado.
Con un consumo en constante crecimiento y políticas chinas que favorecen la importación de alimentos de calidad, el mercado asiático se posiciona como un destino estratégico para la industria cárnica argentina. Este escenario demanda esfuerzos conjuntos entre productores, exportadores y organismos gubernamentales para garantizar estándares de calidad, eficiencia logística y acuerdos comerciales que consoliden a Argentina como un proveedor confiable en un mercado altamente competitivo.
En un contexto donde la carne vacuna sigue ganando terreno en la dieta china, el fortalecimiento de la relación bilateral podría no solo impulsar las exportaciones argentinas, sino también posicionar al país como un líder global en la provisión de alimentos de alta calidad.