Por Agroempresario.com
Tras un año marcado por una drástica caída en el consumo, el precio de la carne vacuna registró un incremento del 10% en la última semana de noviembre, afectando a los cortes más demandados. Desde la industria frigorífica, advirtieron que este aumento no será el último en 2024, y anticiparon una fuerte recomposición para 2025, tras un atraso de aproximadamente 60 puntos frente a la inflación acumulada.
“Lo que hemos visto esta semana, con una recuperación del 10%, es parcial. Hay margen para otro 10% antes de fin de año, pero recién en 2025 veremos una recomposición completa”, explicó Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (FIFRA) y miembro del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
El especialista señaló que el desfase actual en los precios responde a una mayor oferta de ganado provocada por la sequía extrema. Por ejemplo, en octubre, el precio promedio de cortes como la nalga alcanzaba $8.000, muy por debajo de los $14.000 proyectados en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), el consumo interno de carne vacuna cayó a 47,2 kilos por habitante, el nivel más bajo en 28 años. Este retroceso se atribuye a factores como la inflación, la devaluación impulsada por el gobierno de Javier Milei, el aumento de servicios y la pérdida de poder adquisitivo, que han llevado a los consumidores a reemplazar cortes tradicionales por alternativas más económicas, como pollo y cerdo.
“Hoy la relación de compra entre un kilo de asado y un kilo de pollo es de casi 3 a 1, mientras que en el caso del cerdo, la diferencia es de 1,5 a 1”, detalló un análisis del IPCVA.
Sin embargo, Urcia destacó que, aunque el consumo de carne vacuna ha disminuido, Argentina sigue siendo el segundo mayor consumidor mundial de proteínas animales, reflejando un cambio en los hábitos alimenticios hacia otras carnes.
En contraste con la caída en el consumo interno, la producción de carne alcanzó su máximo en 15 meses, aunque la demanda local retrocedió un 11,2% interanual. Esto permitió a los frigoríficos destinar mayores volúmenes al mercado externo.
Durante los primeros diez meses de 2024, las exportaciones de carne vacuna totalizaron 784.000 toneladas res con hueso, marcando un incremento interanual del 12% y un récord histórico para este período. Este desempeño reafirma la competitividad de la industria argentina en el escenario global y su capacidad para compensar la menor demanda interna con una mayor presencia en mercados internacionales.
De cara a las fiestas de fin de año, el panorama se presenta con precios en ascenso y un mercado interno en plena transformación, mientras el sector aguarda una posible recuperación en 2025.