Por Agroempresario.com
Costa del Este, ubicada en el norte del frente marítimo bonaerense, se ha convertido en un destino clave del Partido de la Costa. Conocida como la “mini Cariló”, esta localidad combina playas amplias y tranquilas con un imponente bosque de pinos, una fórmula que ha impulsado su popularidad tanto en el mercado turístico como en el inmobiliario.
Desde su entrada por la Ruta 11, el ambiente natural y sereno recibe a los visitantes con un paisaje dominado por calles arboladas, de las cuales solo siete están pavimentadas. Al atravesar este “bosque del millón de pinos”, se llega a una franja costera protegida por altos médanos y un entorno único donde el verde llega hasta la arena.
Con un perfil familiar y tranquilo, Costa del Este ha visto un crecimiento en la demanda de alojamientos. Según Cecilia Carricarte, titular de una inmobiliaria local, el 90% de la capacidad para enero ya está reservada. Las opciones van desde casas hasta aparts hoteles y cabañas, adaptadas a una clase media y media alta.
Por ejemplo, alquilar una casa por quincena oscila entre los USD 1000 y 2000, dependiendo de la ubicación, mientras que las habitaciones en complejos con spa y piscina superan los $200.000 por noche. Este nivel de ocupación es reflejo del atractivo que Costa del Este genera como un destino exclusivo pero accesible dentro de la región.
El diseño urbano de Costa del Este, con su traza recta, refleja un enfoque cuidado en el desarrollo. Las viviendas destacan por su estilo, espacio generoso y la ausencia de medianeras, lo que crea una atmósfera abierta y natural. Este crecimiento inmobiliario, en gran parte impulsado por inversiones recientes, ha llevado a la construcción de viviendas y complejos turísticos que mantienen el equilibrio entre confort y preservación del entorno.
Oscar Rocco, encargado del parador Zhen Club de Playa, subraya la importancia del turismo responsable y sostenible en la zona. La localidad ha adoptado medidas como el uso de energía solar y la gestión adecuada de residuos, lo que refuerza su compromiso ambiental.
Mientras el turismo y la infraestructura continúan en ascenso, también surgen nuevos proyectos como el barrio cerrado Costayres, con salida al mar, y el complejo de lujo Almarena, que promete sumar 45.000 m² cubiertos con servicios de alta gama. Sin embargo, estos desarrollos despiertan preocupación entre quienes valoran el carácter agreste de Costa del Este y temen el impacto de estas expansiones.
Lo que realmente distingue a Costa del Este es su equilibrio entre naturaleza y desarrollo. Es un lugar donde el bosque se encuentra con el océano, creando un ambiente único en el litoral bonaerense. Para esta temporada, los visitantes podrán disfrutar de un destino que ofrece tranquilidad, belleza natural y una creciente oferta de servicios de calidad.