Por Agroempresario.com
En su reciente encuentro con la Sociedad Rural Argentina (SRA), el presidente Javier Milei reafirmó su intención de eliminar los Derechos de Exportación (DEX), aunque dejó claro que la medida dependerá de la consolidación de la estabilidad económica. La expectativa entre los productores agropecuarios es alta, pero el camino hacia la eliminación de este tributo está plagado de condiciones y desafíos.
"En la medida que podamos consolidar esta tendencia a lo largo del año que viene y que se pueda verificar que ese aumento de ingresos no es de tipo transitorio, sino de tipo permanente, no tengan dudas que uno de los impuestos que vamos a atacar son las retenciones", expresó Milei en su discurso, según el artículo original.
El jefe de Estado destacó que la inflación está bajando y la economía muestra signos de recuperación. Sin embargo, insistió en que cualquier decisión dependerá de la reducción del gasto público y el fortalecimiento de los ingresos estatales. Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, subrayó: "Quédense tranquilos que vamos a cumplir. Ojalá que sea el año que viene. Si no lo hacemos antes es para cuidar el equilibrio fiscal".
La permanencia de las retenciones no es un tema menor para el sector agropecuario. Como señala el análisis, estas reducen la capacidad de inversión en tecnología e insumos, afectando los rendimientos y, por ende, la economía de las comunidades rurales.
Ejemplos internacionales como Brasil son usados para destacar el impacto de políticas sin retenciones. En la última década, la producción de soja en el país vecino creció un 96%, con beneficios económicos que se tradujeron en el desarrollo de ciudades medianas y pequeñas. En contraste, Argentina solo logró superar la barrera de las 60 millones de toneladas de soja en un ciclo favorable, pero condicionado por el clima y una estructura tributaria más restrictiva.
La alta presión impositiva y los precios más bajos en los cultivos también repercuten en la inversión. Datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) indican que la venta de maquinaria agrícola cayó un 9,2% entre enero y noviembre de 2024, en comparación con el mismo período del año anterior. Esta baja refleja un menor ritmo de renovación tecnológica en el sector.
El gobierno de Milei ha tomado distancia de las políticas de intervención en los mercados que caracterizaron gestiones previas, como los controles de exportación y las restricciones a las ventas al exterior. Sin embargo, la decisión de condicionar la baja de los DEX a factores como el equilibrio fiscal no está exenta de costos para el crecimiento económico del sector.
Mientras tanto, los productores agropecuarios deberán recurrir a la paciencia, la templanza o incluso a la fe para mantener vivas sus expectativas, confiando en que el año 2025 traiga el alivio tributario tan ansiado.