Según el último informe del Ag Economists' Monthly Monitor, una encuesta realizada por el Farm Journal a 70 economistas agrícolas, el 56% de los especialistas asegura que la agricultura ya está en recesión, mientras que el 81% considera que el sector está al borde de entrar en una.
El sector agrícola ha enfrentado un año marcado por:
Altos costos de insumos.Altas tasas de interés.Bajos precios de las materias primas.
Este entorno económico genera presión en la liquidez de los productores, especialmente en los cultivos en hileras como soja, maíz y trigo. Según los economistas encuestados, las rentabilidades negativas afectan directamente la capacidad de los agricultores para mantenerse en el mercado, aumentando el riesgo de consolidación en 2025.
Desde el pico alcanzado en 2022, los ingresos agrícolas han caído considerablemente. "Los márgenes de ganancia negativos están provocando una disminución de las inversiones de capital y afectando los precios de la tierra. Esto reduce la posición financiera de la agricultura en un contexto de menores ingresos", señaló un economista.
A pesar de que el sector ganadero ha mostrado un rendimiento mejor de lo esperado, su capacidad para compensar las pérdidas del sector agrícola es limitada. Por otro lado, los precios de la tierra se han mantenido estables, pero los especialistas advierten que esta situación podría cambiar si las presiones financieras persisten.
El 94% de los economistas agrícolas encuestados cree que el actual contexto económico acelerará la consolidación en las explotaciones agrícolas. Las grandes operaciones, con mejor acceso a financiamiento y economías de escala, están en una posición más sólida para absorber a los productores pequeños que no pueden sostener márgenes negativos.
"Los agricultores con menores costos de producción y sin altos niveles de endeudamiento estarán mejor preparados para resistir esta recesión. Sin embargo, aquellos que no han construido una base de activos sólida tendrán que abandonar la actividad o buscar alternativas para sobrevivir", advirtió uno de los especialistas.
La salud de la economía agrícola en 2025 dependerá de varios factores clave:
Producción en Sudamérica: La expansión del área de cultivo en Brasil y su política favorable hacia los biocombustibles presionan a la baja los precios de las materias primas estadounidenses.Costos de insumos y tasas de interés: La sostenida presión de estos factores podría mantener los márgenes negativos en el próximo año.Política comercial y energética: Las disputas comerciales y la incertidumbre sobre la política de energía renovable podrían afectar los mercados de exportación agrícola de Estados Unidos.Intervención gubernamental: Los economistas esperan que el Congreso actúe para aprobar una nueva Ley Agrícola, incluyendo medidas de ayuda económica y ajustes en los precios de referencia para los productores.
La agricultura estadounidense enfrenta un panorama desafiante en 2025, marcado por presiones económicas, consolidación y cambios estructurales en el sector. Los márgenes negativos en los cultivos en hileras y el alto endeudamiento están redefiniendo el mercado, mientras que factores externos, como la producción sudamericana y las políticas comerciales, siguen influyendo en los precios globales.
La próxima Ley Agrícola y las medidas de apoyo gubernamental serán cruciales para estabilizar al sector y evitar que los pequeños productores sean desplazados en un mercado cada vez más dominado por grandes operaciones.
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