Por Agroempresario.com
El cierre de 2024 trae consigo un panorama climático marcado por variaciones extremas de temperatura y precipitaciones desiguales en las principales zonas agrícolas de Argentina, según el informe de perspectivas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Esta inestabilidad plantea desafíos significativos para la producción agropecuaria en diversas regiones del país.
El pronóstico de la BCBA indica que los últimos días del año y el inicio de 2025 estarán dominados por una marcada oscilación térmica. Los vientos del sur acompañarán el paso de un frente de tormenta, llevando las temperaturas mínimas a valores por debajo de lo normal en gran parte del área agrícola.
En el sur del país y zonas serranas del oeste, se esperan temperaturas mínimas inferiores a los 15°C, con posibles heladas localizadas. En contraste, tras el paso del frente, el regreso de los vientos cálidos del Trópico elevará las máximas por encima de los 30°C en gran parte de la región, alcanzando hasta 40°C en el norte.
En cuanto a las lluvias, el informe anticipa tormentas severas y precipitaciones abundantes en el norte y oeste del área agrícola, con focos que podrían superar los 200 mm en ciertas zonas. Estas condiciones contrastan con la situación en el centro y sur del país, donde se esperan registros bajos o nulos, afectando especialmente a regiones como la Región Pampeana, Cuyo y la Mesopotamia.
El clima inestable podría ocasionar daños significativos en los cultivos del norte y oeste debido a inundaciones locales. Mientras tanto, la falta de lluvias en el centro y sur podría afectar el desarrollo de cultivos dependientes de la humedad, agravando el desafío para los productores.
Con este escenario, 2024 concluye dejando un desafío climático que requerirá planificación y estrategias para mitigar sus efectos en el sector agropecuario de cara al nuevo año.