Por Agroempresario.com
En un contexto de creciente preocupación por la rentabilidad del sector agropecuario, diversos referentes de la Unión Cívica Radical (UCR) han expresado sus alarmas sobre la situación que atraviesa el campo argentino. Según un informe de CREA, el escenario de rentabilidad de los productores se encuentra en números rojos, especialmente para cultivos clave como la soja y el maíz. Solo el 10% de la superficie dedicada a la soja se encuentra en una situación económicamente viable, mientras que el resto enfrenta pérdidas o márgenes mínimos.
La crisis se profundiza debido a la alta presión fiscal, que según la Fundación FADA, ha aumentado un 2,8% respecto al mes pasado, alcanzando un 64,3% sobre la renta de una hectárea agrícola. Además, las retenciones, lejos de disminuir como había sido prometido por el Gobierno, siguen afectando la competitividad del sector. Desde la UCR, figuras como Ricardo Buryaile y Martín Tetaz han subrayado que, en lugar de ofrecer incentivos, el Gobierno ha optado por aumentar la carga tributaria, una medida que, según los economistas, podría agravar la crisis del agro.
A esta compleja situación se le suman los recientes defaults de empresas agrícolas como Surcos, Agrofina y Los Grobo, lo que ha generado un temor generalizado en el sector respecto a una posible ola de incumplimientos de pago. Buryaile, por ejemplo, destacó que el sobrecosto generado por el tipo de cambio sobrevaluado y las altas retenciones está llevando a la "destrucción de la producción".
En este panorama, varios diputados y funcionarios de la UCR, como Manuel Aguirre y Gustavo Puccini, han cuestionado abiertamente la política de retenciones y han instado a una revisión urgente de las medidas fiscales que afectan al campo. “El campo no puede esperar”, señaló Puccini, mientras que Aguirre recordó que el sector minero ha dejado de pagar retenciones, lo que agrava aún más la disparidad entre los sectores productivos.
La falta de competitividad, la caída de los precios internacionales y los altos costos de insumos han dejado a muchos productores en una situación crítica, lo que podría llevar a un éxodo masivo de productores, como ocurrió en los años 90, cuando más de 200.000 productores abandonaron la actividad debido a políticas similares. Sin un cambio significativo en las políticas económicas, el futuro del agro argentino parece cada vez más incierto.
Este llamado de alerta se suma a la creciente preocupación de las entidades productivas, que advierten que si no se implementan cambios drásticos, el panorama se va a agravar aún más en los próximos meses.