Por Agroempresario.com
El turismo rural en Argentina se posiciona como una herramienta clave para fortalecer las economías locales, promover el arraigo comunitario y conectar a las personas con las raíces culturales y productivas del país. Con el acompañamiento del INTA y el compromiso de productores locales, este sector crece como una opción innovadora y sustentable.
Desde El Manso, Río Negro, la familia Santana ofrece una experiencia que combina hospedaje en un entorno natural, degustación de frutas frescas y cervezas artesanales, y actividades recreativas como ciclismo y caminatas junto al río. "Esta iniciativa no solo nos permitió crecer económicamente, sino que también trajo de vuelta a nuestros hijos, dándoles una fuente de trabajo en casa", destacó Óscar Santana.
En Claromecó, Buenos Aires, el emprendimiento agro-ganadero Argelanda de la familia Van Strien-Tourn abre sus puertas para ofrecer visitas guiadas al espacio productivo, jornadas de arte, observación de estrellas y degustaciones de productos del campo. Margarita Tourn subrayó: "Queremos que nuestros visitantes se reconecten con el origen de los alimentos y experimenten una vida más simple y en armonía con el entorno".
Por último, en los Valles Calchaquíes, Salta, el restaurante Casa Díaz Seclantás es un emblema de la gastronomía ancestral. La familia Díaz Herrera rescata técnicas culinarias tradicionales y ofrece platos como costillar guateado al horno de barro y charquisillo, promoviendo un vínculo profundo con la cultura calchaquí. "Generar empleo local y revalorizar nuestra herencia cultural son nuestros mayores orgullos", afirmó Pío Díaz Herrera.
El turismo rural, respaldado por el INTA y plataformas como Experiencia Rural de CAME, no solo dinamiza las economías regionales, sino que también fomenta el desarrollo sostenible y la valorización del patrimonio cultural y natural. Estas iniciativas demuestran que el turismo puede ser un motor de cambio, integrando tradición e innovación para un futuro más conectado con nuestras raíces.