Por Agroempresario.com
Este artículo está basado en una publicación de La Nación que analiza el impacto de la desregulación del sector yerbatero en Argentina tras el primer año del gobierno de Javier Milei. El 2024 terminó con un saldo negativo para este sector estratégico, que sufrió una caída histórica en las ventas. Aunque la yerba mate atraviesa un auge global, con figuras como Messi y Colapinto promoviendo el producto, las ventas en góndola se desplomaron un 10%, una caída inédita que preocupa a productores y empresas del sector.
Según los datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los despachos a salida de molino cayeron a 238 millones de kilos en los primeros 11 meses de 2024, el nivel más bajo desde 2016. El factor inicial que se había señalado como causa de la caída fue la acumulación de stocks durante el gobierno anterior, cuando familias y comercios anticiparon compras debido a la inestabilidad económica. Sin embargo, tras la desaparición de estos stocks, las ventas siguieron en descenso, confirmando las predicciones de un mercado afectado por la desregulación.
La política del presidente Milei, implementada por su ministro Federico Sturzenegger, consistió en eliminar los controles de precios y las regulaciones del INYM, lo que supuso un cambio radical respecto a las décadas anteriores. La desregulación buscaba fomentar un mercado más competitivo, pero los resultados fueron diferentes a los esperados. Los precios de la yerba mate cayeron cerca de un 30%, afectando tanto a los productores como a los consumidores, especialmente en Misiones, donde los pequeños productores enfrentan serias dificultades.
En Misiones, la protesta de los productores yerbateros es cada vez más notoria. Más de 12.500 pequeños productores, principalmente de yerbales de entre 5 y 25 hectáreas, se han unido en asambleas y paros, exigiendo una corrección de la política de precios. Los precios que recibían por la hoja verde han caído dramáticamente, pasando de 370-400 pesos por kilo a 150-160 pesos, lo que les impide cubrir los costos de producción.
En este contexto, el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, ha expresado su apoyo a los productores, pidiendo al gobierno nacional que designe un presidente para el INYM, cargo vacante desde diciembre de 2023. Sin embargo, a pesar de las demandas, el gobierno central no ha mostrado voluntad de revertir la desregulación, lo que mantiene en incertidumbre la situación del sector. Julio Petterson, un productor yerbatero, advirtió que el 2025 comienza con pocas expectativas de cambio y reclamó el retorno de las potestades al INYM.
Mientras tanto, las empresas yerbateras también enfrentan su propia crisis. Algunas han optado por reducir los precios de sus productos para seguir siendo competitivas, mientras que otras han apostado por la innovación, lanzando nuevas marcas y aumentando su inversión en publicidad. El sector, dividido entre los defensores de la desregulación y los que piden un regreso a la regulación, vive un momento de gran incertidumbre, con pocos indicios de que las demandas de los productores vayan a ser atendidas.