Suplementación infrecuente con proteína

El nivel de suplementación proteica debería situarse en alrededor del 0,25% del peso vivo (PV) del animal en materia seca

Suplementación infrecuente con proteína

 

La falta de personal y los altos costos laborales hacen muy dificultosa o imposible la implementación de tecnologías en campos que no cuentan con escala necesaria. Por lo tanto, cualquier alternativa que permita simplificar el manejo sin resignar productividad es atractiva, la suplementación infrecuente es un buen ejemplo.

Una de las opciones tecnológicas típicas de los sistemas pastoriles es el uso de la suplementación. Tradicionalmente, se asume que la suplementación debería entregarse diariamente a los animales, lo que en muchos casos resulta impracticable para muchos productores, por cuestiones de personal, infraestructura o distancias. Una alternativa a esto sería reducir la frecuencia de suplementación, esto es, entregar el suplemento 2 o 3 veces por semana en lugar de darlo diariamente.

 

Suplementación infrecuente con proteína

En campos de cría o recría, basados en pasturas degradadas o pastizales naturales, es normal que el pasto vaya perdiendo calidad conforme las plantas pasan de estados vegetativos a estados reproductivos, o en planteos de pastoreo continuo, donde las especies más palatables van perdiendo terreno frente a las menos palatables por presión de pastoreo. La suplementación proteica ha sido extensivamente estudiada en estos ambientes, particularmente porque se considera que la proteína es el recurso limitante para sostener la ganancia de peso de animales en crecimiento, ya que su escasez no permite aumentar la tasa y magnitud de la degradación de la fibra (fuente de energía principal en los forrajes). Al mismo tiempo, en los sistemas basados en la suplementación o uso de silajes de maíz, sorgo, cebada, etc., como base de la alimentación, es común que la proteína también sea limitante para cubrir el requerimiento de animales en crecimiento.

Sin embargo, existen muchas situaciones y razones por las cuales muchos productores no adoptan la tecnología de la suplementación proteica, estando la necesidad de maquinaria o la escasez de personal entre las más frecuentes. La suplementación infrecuente con proteína aparece entonces como una alternativa interesante, siempre y cuando no se resigne eficiencia que hagan aumentar el costo del kg producido con respecto a la suplementación diaria. Las preguntas que uno debería formularse serían varias, entre ellas, ¿qué nivel y qué frecuencia de suplementación debería usarse?, ¿sirve usar fuentes de nitrógeno no proteico para esto?, o ¿vale la pena incluir fuentes de proteína de lenta o baja degradabilidad en el rumen en estos planteos?

Si bien varios trabajos demuestran que la maximización de la utilización del forraje base se logra con suplementaciones diarias de proteína, existirían mecanismos de tipo “buffer”, probablemente asociados al reciclaje de urea por saliva y a otros mecanismos intrarruminales, que permiten reducir las diferencias entre la suplementación infrecuente y la diaria. En general se ha encontrado que la suplementación infrecuente genera un menor consumo de materia seca de forraje base con respecto a la suplementación diaria, y que esta reducción es más marcada el día que se entrega la suplementación infrecuente.

 

Ideal, tres veces por semana

En términos generales, el nivel de suplementación proteica debería situarse en alrededor del 0,25% del peso vivo (PV) del animal en materia seca (e.g., 500 gramos de MS de pellet de soja para un animal de 200 kg). Esta recomendación está basada en un suplemento proteico de 42% de proteína bruta y en entregas diarias. Si se entrega tres veces por semana, esta cantidad (para el ejemplo serían 3,5 kg de MS/semana) debería ser de 1,17 kg de pellet/entrega. Con respecto a la frecuencia de suplementación, dado lo mencionado con respecto a los mecanismos de regulación del rumiante, se sugiere una entrega de tres veces por semana como la ideal (lunes, miércoles y viernes).

 

Nitrógeno no proteico protegido, excelente alternativa

En términos del potencial uso de fuentes de nitrógeno no proteico que permitan reducir la cantidad de fuentes de proteína verdadera a utilizar, la comparación de suplementos basados en urea o Biuret (nitrógeno no proteico de liberación lenta en rumen) entregados diariamente o día por medio a vacas en último tercio de gestación indicó que no hubo diferencias en cuanto a la fuente de nitrógeno no proteico usado ni en la performance de las vacas que recibían el suplemento en forma diaria o día por medio. El nivel de suplementación proteica fue de 0,14% del PV. Una potencial contra es que la urea debería estar pelleteada dentro de un suplemento para aumentar su seguridad de uso. En la Argentina han comenzado a aparecer en el mercado fuentes protegidas de nitrógeno no proteico, que permitirían el uso infrecuente sin necesidad de pelletear los suplementos a usar. Sin embargo, la investigación y la estrategia de posicionamiento de estos productos se ha focalizado en su uso en vacas lecheras o animales de feedlot, y en mi opinión se ha perdido la posibilidad de posicionarse como una excelente alternativa para animales pastoreando recursos de baja calidad, como vacas de cría o novillos en zonas del norte o de la región semiárida.

 

Lo mejor es mezcladas

La tercera pregunta planteada estaba dirigida a saber si convenía incluir fuentes de proteína de lenta o baja degradabilidad en los suplementos que se dan en forma infrecuente. Al respecto, trabajos recientes sugieren que una mezcla de proteína degradable en rumen (basada en proteína de soja) con no degradable (basada en gluten meal de maíz) tiene mejor resultado que cualquiera de las dos fuentes por separado, siempre entregadas día por medio. La digestibilidad ruminal de la materia orgánica y de la fibra fue mejor en el tratamiento con mezcla de degradabilidades de proteína que cuando se usó un solo tipo de degradabilidad.

En resumen: la suplementación proteica infrecuente aparece como una alternativa muy promisoria para aumentar performance de animales consumiendo dietas bajas en proteína, cuando hay limitantes para el agregado diario del suplemento.

  • El nivel de suplementación debería estar alrededor del 0,25% del PV, basado en un suplemento con 43% de proteína.
  • Una entrega de suplementación proteica de 3 veces por semana sería ideal.
  • Se pueden utilizar fuentes de nitrógeno no proteico como constituyentes de los suplementos, cuidando de bajar el nivel de suplementación para no generar excesos de amoníaco ruminal.
  • La combinación de fuentes de alta y baja degradabilidad tiene ventajas sobre el uso exclusivo de una u otra fuente.

POR DARÍO COLOMBATTO

Ingeniero agrónomo

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