Por Agroempresario.com
Luego de 14 años sin reportar casos, Alemania ha detectado un brote de fiebre aftosa en tres búfalos de agua en la región de Brandeburgo, vecina de Berlín. Este hallazgo marca el primer foco en la Unión Europea desde 2011 y el primer caso en Alemania desde 1988. Las autoridades alemanas informaron que el brote se está controlando mediante la implementación de ‘zonas de restricción’ alrededor del área afectada.
El Ministerio de Agricultura alemán confirmó que la enfermedad fue detectada en tres búfalos de agua, un animal que se cría en el país desde la década de 1990 debido a su valor por la carne, la leche y su capacidad para controlar el crecimiento de la vegetación. La fiebre aftosa, aunque no es peligrosa para los humanos que consumen carne y productos lácteos, puede generar grandes pérdidas económicas debido a su naturaleza altamente contagiosa.
A pesar de que el brote no representa un riesgo directo para la salud humana, se considera una de las enfermedades virales más contagiosas para los animales. En años anteriores, epidemias de aftosa en otros países, como el Reino Unido y Bulgaria, llevaron a la sacrificación de miles de animales para contener la enfermedad.
Este brote ha generado preocupación no solo en Alemania, sino también en la Unión Europea y a nivel global. El consultor ganadero Víctor Tonelli señaló que el caso podría tener tanto efectos negativos como positivos. En términos negativos, el brote podría reducir las exportaciones de carne vacuna alemana, especialmente hacia sus principales mercados en la Unión Europea. En términos positivos, algunos países podrían aumentar la demanda de carne vacuna de otros productores para reemplazar la carne alemana, lo que podría generar un aumento en los precios internacionales.
Según Tonelli, Alemania es un productor principalmente para el consumo local, con un 80% de sus exportaciones destinadas a países de la UE, como los Países Bajos, Francia y España. Sin embargo, el brote podría generar incertidumbre en el mercado, lo que afectaría tanto el consumo como el comercio.
Este brote de fiebre aftosa pone de manifiesto la importancia de mantener medidas estrictas de control y vigilancia para evitar la propagación de la enfermedad. Aunque la probabilidad de que la carne bovina transmita el virus es extremadamente baja, el brote podría llevar a una mayor precaución en los países que no han tenido que lidiar con la enfermedad recientemente.
Con la fiebre aftosa todavía presente en algunas regiones de Asia, África y el Medio Oriente, y su reaparición en Europa, los expertos instan a la comunidad internacional a reforzar las barreras sanitarias y las medidas de prevención, incluidas las vacunas, para proteger la salud del ganado y la estabilidad económica del sector agropecuario.
El brote de fiebre aftosa en Alemania resalta la importancia de la vigilancia sanitaria y la cooperación internacional en la lucha contra enfermedades animales. A medida que el mundo se enfrenta a este desafío, la lección es clara: el control y la prevención siguen siendo fundamentales para evitar la propagación de enfermedades que puedan poner en riesgo la seguridad alimentaria global y la economía agropecuaria.