Por Agroempresario.com
En 2025, el mercado de trigo podría experimentar un cambio significativo, dejando atrás la falta de dinamismo de los últimos meses. En el centro de este cambio están Rusia y Ucrania, dos de los mayores exportadores de trigo a nivel mundial, que han tomado medidas restrictivas que benefician a los productores argentinos.
Rusia, el principal exportador mundial de trigo, ha implementado cupos de exportación debido a un recorte en su producción, estimada en 90 millones de toneladas anuales en condiciones normales. Sin embargo, en 2025, se prevé que el país exporte solo 10,6 millones de toneladas, una cifra que representa la mitad de lo exportado en 2024. Por su parte, Ucrania también ha limitado sus exportaciones, fijando precios altos para reducir las ventas externas. Como resultado de esta medida, en diciembre de 2024, Ucrania exportó apenas 789.000 toneladas, un 50% menos que en el mismo mes del año anterior.
Sebastián Olivero, responsable de Commodities de la corredora StoneX, explica que, durante los últimos meses de 2024, tanto Rusia como Ucrania exportaron grandes volúmenes de trigo, lo que generó un mercado de precios bajos debido a la oferta abundante. Sin embargo, con las restricciones impuestas en ambos países, las existencias de trigo se han reducido, y en 2025 se espera que adopten una postura más defensiva en cuanto a las ventas externas.
Por ahora, el mercado de trigo en Chicago no ha reaccionado de manera significativa, ya que en el hemisferio norte, donde se produce el 80% del trigo mundial, los cultivos se encuentran en fase de dormición bajo la nieve. No obstante, Olivero advierte que el mercado podría volverse más dinámico durante la época de siembra en Argentina, cuando los cultivos del hemisferio norte emerjan de la nieve y se pueda evaluar el impacto de las siembras realizadas en suelos con poca humedad.
A nivel interno, las declaraciones juradas de exportación de trigo ya alcanzan los 4,2 millones de toneladas, de un potencial embarcable estimado en 12-13 millones de toneladas. Si los exportadores comienzan a percatarse de la escasez en la oferta mundial, podrían modificar la estructura del mercado y pasar de una fase tranquila a una sostenida, lo que generaría oportunidades para aumentar las cotizaciones internas.
Este escenario podría afectar a los importadores de Brasil, uno de los principales destinos del trigo argentino, quienes podrían apresurarse a realizar compras anticipadas, aumentando las diferencias entre los precios a término y los disponibles, lo que generaría oportunidades para los productores argentinos.
Las restricciones de exportación impuestas por Rusia y Ucrania en 2025 podrían cambiar el panorama global del trigo y abrir nuevas oportunidades para los productores argentinos. A medida que la oferta mundial se vea más limitada, el mercado podría volverse más dinámico, favoreciendo las exportaciones argentinas y generando un ajuste en los precios locales.