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Por Agroempresario.com
Mendoza, la provincia productora por excelencia, se prepara para un hito histórico en su cosecha de ciruelas. Para la temporada 2024/25, se estiman más de 97.728 toneladas frescas, lo que equivale a unas 32 mil toneladas secas. Este volumen récord no solo supera los promedios históricos de la última década, sino que también ratifica la posición de Mendoza como un líder global en la producción de este delicioso fruto.
El ciruelo, con sus ramas cubiertas de flores blancas que anuncian la llegada de los frutos, es más que un árbol frutal: es un símbolo de la adaptación perfecta al clima mendocino. Originario de Asia, el ciruelo ha encontrado en los áridos suelos de la provincia su hábitat ideal. Con un sistema radicular profundo que le permite resistir la sequía y prosperar bajo el sol intenso de Mendoza, este árbol ha demostrado ser capaz de desafiar las inclemencias del tiempo.
El fruto de este árbol, la ciruela de Agen, es reconocido por su tamaño mediano, piel morada brillante y una pulpa dorada, dulce y jugosa. Este equilibrio entre acidez y dulzura la convierte en una fruta perfecta tanto para el consumo fresco como para secarse y convertirse en las codiciadas ciruelas pasas.
El impresionante récord de producción de ciruelas en Mendoza es el resultado de un meticuloso trabajo de campo. A lo largo de la temporada, se realizaron relevamientos en 90 cuarteles de los oasis Sur y Este de la provincia. Más de mil árboles y 10.200 frutos fueron analizados para proyectar una cosecha histórica, basada en variables como el número de frutos por planta y el peso promedio de la ciruela, que oscila entre los 28 y 34 gramos según la región.
Este esfuerzo ha permitido que Mendoza se afiance como uno de los principales productores de ciruelas a nivel mundial, exportando anualmente más de 70 millones de dólares en este fruto hacia destinos como Brasil, España, Egipto, Rusia y Polonia, entre otros.
La ciruela es uno de los productos más relevantes de Mendoza en términos de exportación. Su éxito no solo coloca a la provincia en el mapa global, sino que también refuerza la importancia de seguir apostando por la calidad, la innovación y la tecnología en cada etapa de producción. A medida que los productores mendocinos siguen perfeccionando sus técnicas y adoptando nuevas tecnologías, la industria de la ciruela no solo crece, sino que también fortalece la economía local.
A pesar del panorama positivo, los productores de ciruelas deben enfrentar varios desafíos. El cambio climático, las heladas y la escasez hídrica son algunos de los obstáculos que complican la actividad agropecuaria. Sin embargo, la mejora genética de los cultivos y el manejo sostenible de los recursos naturales son herramientas clave que permitirán a Mendoza sortear estos problemas.
El futuro de la ciruela mendocina está lleno de oportunidades. Con una base sólida que une la tradición agrícola con la innovación tecnológica, Mendoza sigue consolidándose como un referente mundial en la producción de ciruelas. Este crecimiento no solo beneficia a la industria, sino también a las economías locales, que ven cómo su trabajo se reconoce y se valora en los mercados internacionales.
Mendoza sigue demostrando que, en sus tierras, la combinación de tradición y tecnología da frutos. Con un panorama prometedor, la industria de la ciruela se consolida como uno de los pilares de la economía provincial, llevando su calidad y sabor a cada rincón del mundo.
